El Ayuntamiento de València repartirá pienso esterilizado en varios puntos de la ciudad para intentar controlar la población de palomas, tal como ha anunciado hoy la concejala de Bienestar Animal, Glòria Tello. El pienso se distribuirá en 16 puntos concretos de la ciudad y tiene un radio de cobertura de entre 2 y 3 kilómetros.

El pienso, que no es tóxico, impedirá la reproducción de los ejemplares dominantes y sólo afectará a las palomas, que, además, dejarán de verse afectadas por la infertilidad en caso de dejar de ingerir este alimento.

El primer año de tratamiento se prevé una reducción de cerca del 30 % de la población, y tras 4 o 5 años habrá una reducción del 80 % respecto a la población inicial. En el último censo de palomas realizado en 2013, la población total de este tipo de avifauna era aproximadamente de 35.000 ejemplares.

Además, el consistorio también apuesta por la utilización de sonidos y luces a la caída del sol para evitar que los estorninos se acumulen en determinados lugares de la capital del Turia (fundamentalmente en los árboles que utilizan como dormideros) y, así, tengan que desplazarse y se deshagan al menos las bandadas más numerosas y se alejen de las viviendas para dirigirse a zonas más periféricas.

Los excrementos de los estorninos son muy corrosivos y suelen concentrarse en espacios reducidos, por lo que los esfuerzos municipales se centrarán en evitar las grandes concentraciones de estas aves

Las medidas forman parte del plan de control de la avifauna puesto en marcha por el Ayuntamiento de València y que, según Tello, convierten a la ciudad en una urbe "puntera" en esta materia, puesto que se actúa "desde el máximo respeto a los animales y no como antes, sacrificándolos a capazos".

El plan, que se prolongará durante cuatro años y que tendrá un coste total de 411.180 euros a razón de anualidades de 102.795 euros, incluye también un estudio que una empresa externa realizará sobre la población de cada una de las especies de avifauna que viven en València, así como sus fuentes de comida y la distribución territorial que presenta cada animal en la urbe.

La firma que llevará a cabo el estudio también tendrá la obligación de dar respuesta, "en un plazo máximo de 72 horas", a las quejas que planteen los ciudadanos a este respecto, además de ejecutar las medidas de control anunciadas hoy por el consistorio.