Los restos de Sant Vicent Ferrer descansan en Vannes, una pequeña localidad en el corazón de la Bretaña francesa, que desde el pasado mes de marzo conmemora los 600 años de su muerte. El santo ha sido reubicado a una nueva capilla y los lazos con la ciudad de València se estrechan.
Durante estos días Vannes, ciudad a la que Sant Vicent Ferrer acudió a predicar, ha estado celebrando los actos del aniversario de la muerte del dominico valenciano. En la noche del pasado sábado tuvo lugar la bendición del crucero norte, el nuevo emplazamiento de los restos del santo, que estaban instalados hasta ahora en otra capilla, y de los 14 grandes tapices que recogen sus milagros acompañados de cantos y una vela hasta medianoche.