El Ayuntamiento de València rechazará con toda probabilidad la propuesta del Ministerio de Hacienda de cambiar los usos de su antigua delegación de la calle Guillem de Castro para construir un hotel. Aunque la ley complica mucho su situación y no hay un consenso total entre los socios del Govern de la Nau, ya se han pedido informes a los servicios jurídicos y la idea es ofrecer resistencia a la propuesta del Gobierno, que tendría entonces que iniciar un recurso administrativo y en última instancia incluso llegar a los tribunales.

Como viene informando este periódico, representantes de la Agencia Tributaria se han reunido ya en dos ocasiones con la Concejalía de Desarrollo Urbano para pedirle un cambio de usos de la antigua Delegación de Hacienda de la calle Guillem de Castro, cerrada desde hace dos años por desprendimientos en su interior. La propuesta consistiría en quitar al edificio la calificación de dotacional administrativa para convertirlo en terciario, concretamente «uso hotelero».

Con su petición, los representantes de la Agencia Tributaria han puesto sobre la mesa la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas, de 2003, que indica que el Estado puede pedir el cambio de usos de un edificio público cuando quede desafectado, como es el caso, y el ayuntamiento tiene la obligación de concedérselo. De no ser así, a los dos años tendría que hacerse cargo de la custodia y mantenimiento del inmueble y a los cinco años expropiarlo, es decir, quedarse con él.

Ni hotel ni expropiación

El ayuntamiento, de todas formas, no admite esa disyuntiva y está decidido a dar la batalla. En principio, la Delegación de Hacienda, uno de los edificios públicos más señeros y céntricos de la ciudad, no despierta ningún interés al Govern de la Nau, como han repetido en varias ocasiones fuentes municipales. Por tanto, no se plantea, por el momento, quedarse el edificio.

Y tampoco le gusta la idea de recalificar el inmueble. Aunque la portavoz socialista, Sandra Gómez, valora positivamente esa propuesta, tanto Compromís como València en Comú no la verían con buenos ojos. Han hablado incluso de «especulación» con el patrimonio público.

Así pues, la idea es rechazar la petición de cambio de usos presentada por el Ministerio de Hacienda. Quedaría abierta, por tanto, la posibilidad del recurso administrativo e incluso la iniciativa judicial si no hubiera acuerdo de las partes para resolver el conflicto.

Entre tanto, los hoteleros presionan para que la recalificación siga adelante. Desde la Unión Hotelera ya han dejado claro que un gran hotel en el centro de València, con capacidad para grandes convenciones, no existe en la ciudad. El único que ofrece un perfil parecido sería el Astoria, que en los próximos meses cerrará sus puertas para someterse a una profunda reforma.