Los Jardines de Viveros empiezan a recuperar hoy su tranquilidad habitual después de tres días en los que se han convertido en un hervidero de propuestas creativas, de gente con ganas de reinventarse y salir adelante con todo tipo de negocios en la III edición del Palo Market Fest.

A lo largo de tres jornadas, casi 40.000 personas, según la organización, disfrutaron de más de 50 horas de conciertos en los tres escenarios de Aperol, Ambar y DJ corner.

Pero el Palo Market es mucho más, es solidaridad, como la mostrada a través del mural creado por Proyecto Elefante. Es innovación, como la mostrada por tantos y tantos expositores. Es gastronomía de todo el mundo, que se pudo degustar en las caravanas gastronómicas.

Y es buen rollo, diversión con amigos o familia, sin olvidar la ilusión que ponen los niños en el Mini Fest. El único pero, el chaparrón que cayó en la tarde de ayer, aunque, afortunadamente, fue algo fugaz.

Ayer, visitantes como María Roig, Sandra Olmo y Sari Alabau apuraban las horas de un festival al que habían acudido también el sábado por la noche: «Está muy bien que se fomenten a los jóvenes artistas y músicos, volveremos el año que viene», decían. Esa sensación de haber ido a divertirse, pero también, de algún modo, a colaborar con una buena acción social, apoyando a la gente que está empezando en el arte, la música o sus proyectos de tiendas emprendedoras, era la que se llevaban gran parte de los asistentes.

Como indicaban desde la organización, «se superaron las expectativas». Los creadores Pedrín y Paula Mariscal presentaron en esta edición, si cabe, una propuesta aún mejor, con espacios dedicados a los más pequeños, zonas ampliadas con oferta gastronómica variada, completa y original, expositores llegados de Barcelona, pero también un nutrido grupo de creadores valencianos dispuestos a aprovechar el escaparate de este festival.

Una de las propuestas más interesantes era Proyecto Elefante. En él se creó un gran mural, que luego se rifó por piezas y cuyos ingresos iban destinados a varias ONG. Uno de sus impulsores, Olfo Bosé, aseveraba que «lo que queremos es que esto tenga notoriedad y que lo que sea que hayamos creado aquí salga hacía otros lugares», algo que, sin duda, lograrán.