El Ayuntamiento ha concluido la ampliación de las instalaciones del CEIP Max Aub, tal y como reclamaban las familias del alumnado desde hace años y que se aprobó mayoritariamente por la ciudadanía en los presupuestos participativos para inversiones en los barrios. El colegio del barrio de Sant Antoni se amplía así con una parcela de 1.750 metros cuadrados de tamaño, donde ya ha se han plantado ocho ejemplares de Morus alba ‘Fruitless’ y que incluye un huerto escolar de 120 metros cuadrados. Esta mañana, el alcalde de València, Joan Ribó, ha visitado las obras de intervención realizadas junto con el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, y la concejala de Participación Ciudadana y Acción Vecinal, Neus Fàbregas Santana.

Ribó ha recordado que la ampliación del centro se hace a través de un solar anexo, que desde su expropiación había pasado de ser un huerto en producción «a un espacio con escombros». Un espacio que desde el año 2000 la comunidad educativa del CEIP Max Aub ha reclamado y que ahora tendrá un uso educativo. «Se deja un gran espacio para el colegio, que necesita una ampliación», ha dicho el alcalde, quien ha celebrado que sea un proyecto aprobado en los presupuestos participativos y ha recordado que «la mejora de los colegios es un objetivo fundamental» para el Govern de la Nau.

El alcalde ha defendido la dignificación de la enseñanza pública, también a través de la mejora de sus instalaciones, y ha destacado la importancia que tiene para el Gobierno municipal la toma de decisiones conjuntamente con la ciudadanía, tal y como ha expuesto en la visita compartida con la dirección del centro y representantes de la asociación de madres y padres.

«El colegio necesitaba y quería esta ampliación para una futura ampliación del centro y para tener más patio», ha destacado el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, que ha destacado que «sin una cantidad inmensa de dinero se ha podido arreglar muy bien el patio». «Este proyecto ejemplifica lo positivo de los presupuestos participativos y el apoyo del Govern de la Nau a la escuela pública y, además, entronca con nuestra política de la agricultura urbana», ha expuesto Campillo.

Por su parte, la concejala de Participación Ciudadana y Acción Vecinal, Neus Fàbregas Santana, ha subrayado que este proyecto es un ejemplo de cómo las políticas públicas entre la ciudadanía y el Ayuntamiento funcionan. Esta intervención procede de la primera edición de los presupuestos participativos DecidimVLC, en la que «hay un 91 % de ejecución de los 110 proyectos que se aprobaron», ha dicho la concejala, quien ha recordado que ya está comenzando la cuarta edición de DecidimVLC y que en pocas semanas se abrirá la plataforma para hacer la edición de este año. «Esperamos, de nuevo, mucha participación, porque las políticas se hacen con la ciudadanía», ha destacado Fàbregas.

La actuación municipal en el colegio Max Aub permite que el alumnado del centro disponga de un espacio más amplio y con varias funciones posibles, como por ejemplo, la organización de fiestas escolares y actividades deportivas o la realización de actividades de huerto escolar de forma segura. Desde el AMPA del centro, su vicepresidenta, Amparo Jesús María, ha expuesto que se empezará a utilizar el huerto escolar el próximo curso después de debatirlo en el Consejo Escolar. «Han sido muchos años de reivindicaciones para la ampliación de este centro y estamos muy contentos de que esta administración por fin haya escuchado los ruegos que las familias y el centro han estado haciendo durante 20 años», ha dicho la vicepresidenta de la AMPA.

Las obras en el CEIP Max Aub se iniciaron en diciembre de 2016. La primera obra tuvo un presupuesto de 59.871,72 euros, y se ejecutó toda la valla perimetral de la parcela anexa a las instalaciones actuales del CEIP Max Aub donde se niveló el terreno actual como primer paso antes de la adecuación del patio. En una segunda fase, que contó con un presupuesto de 81.065 euros y empezó en noviembre de 2017, se hicieron las obras finales de ampliación de las instalaciones. Además, se plantaron ocho ejemplares de Morus alba ‘Fruitless’ de entre 16 a 18 centímetros de perímetro de tronco para configurar junto con los árboles del límite sur de la parcela una zona de alameda, que drene las aguas a través de las propias tierras morterencas.

Por otro lado, se completó la valla del centro, sustituyendo la valla de simple torsión existente por una nueva que cumple las condiciones de cierre escolar y también se ejecutó una pavimentación ligera recogiendo la antigua calle que separaba el colegio de su parcela de ampliación, hasta el límite que define la antigua acequia que pasaba por el terreno.