La Autoridad Portuaria de València y el ayuntamiento retiraron ayer toneladas de residuos fecales del tramo final del viejo cauce acumulados tras las últimas lluvias. Para la retirada de estos residuos fueron necesarias cestas extractoras y varios camiones, según informaron fuentes de la APV, que destacaron que con esta intervención se evita que los residuos lleguen al mar y a las playas.

Los vecinos de Natzaret, por su parte, volvieron a reclamar ayer la regeneración del tramo final del viejo cauce, tras registrarse el lunes un nuevo episodio de desbordamiento de aguas fecales agravados por el atasco del colector por la acumulación de toallitas higiénicas.

La Asociación de Vecinos de Natzaret reiteró que el barrio quiere «un río limpio, verde y abierto al mar». Los vecinos culpan en gran medida de los episodios de contaminación y malos olores del tramo final del cauce a la canalización de la desembocadura por parte del Puerto.

En el proyecto del Parque de Desembocadura el puerto se ha comprometido a retranquear la rotonda que cubre la desembocadura, pero sin recuperar totalmente la salida al mar. El puerto asegura que el encauzamiento de la desembocadura es una cosa y la contaminación otra y esta última es responsabilidad de la ciudad.

Los vecinos de Natzaret insisten en que para terminar con la contaminación del río es necesario reforzar el «by-pass» de agua del Oceanogràfic con aportaciones de agua de baja presión; seguir con el proyecto de descontaminación por bioremediación ya en marcha y construir colectores y depósitos de tormentas para interceptar vertidos.