Una original escultura de un elefante africano de 11 metros de largo, 8 metros de alto y 15 toneladas de peso preside desde ayer la entrada de Bioparc València.

«Escipión», que es como se llama el imponente paquidermo realizado en acero y madera, es el particular agradecimiento que hace Rain Forest, la gestora del parque, a los valencianos, tras 10 años en lo que se ha convertido en una de las grandes referencias del ocio de la ciudad.

Se llama «Escipión» en memoria del general romano Publio Cornelio Escipión «El Africano». La obra de Fernando González Sitges simboliza la unión entre el arte y la naturaleza, y se ha situado en la plaza exterior de acceso al Bioparc para dar la bienvenida a los visitantes.

El alcalde Joan Ribó presidió ayer la inauguración de este nuevo emblema del Bioparc, junto al secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. El presidente de Rain Forest, José Maldonado, aseguró que el elefante se convertirá pronto en un emblema del centro ambiental más novedoso del mundo, en referencia al futuro parque acuático con el que se ampliarán las instalaciones.

Bioparc abrió sus puertas un mes de febrero de hace 10 años y hoy está considerado uno de los 10 mejores parques de animales del mundo. En estos años se ha convertido también en un referente y atractivo turístico de la ciudad.

En diez años el parque ha ido evolucionando y creciendo en calidad y atractivo. Ampliaciones y mejoras en prácticamente todos los hábitats de los animales en busca de una mejor experiencia para los 5 millones de visitantes.

En diez años también han nacido múltiples crías de especies amenazadas dentro de los programas de preservación en los que está integrado el parque. Desde las más emblemáticas como leopardos, gorilas, jirafas, bongos o lémures, a las menos conocidas y no por ello menos amenazadas como bongos o driles, e incluso algunas actualmente extintas en estado silvestre como las gacelas Mhorr.