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Traslado

Las nuevas monjas de la Trinidad: "Estamos situándonos y haciendo reparaciones"

El arzobispado cierra el convento de las Siervas del Hogar de la Madre de Torrent y traslada a las religiosas a València

Fachada del convento de la Trinidad que vuelve a estar habitado tras cuatro años de cierre. f. bustamante

«Todavía estamos situándonos y haciendo algunas reparaciones, no va a ser una reforma grande». Así lo aseguraba ayer una de las cinco religiosas perteneciente a la congregación de las Siervas del Hogar de la Madre que se han instalado en el convento de la Trinidad.

Tal como informó ayer este diario, el cenobio gótico vuelve a estar habitado tras más de cuatro años vacío y sin uso desde el traslado de las cuatro últimas monjas clarisas, todas de avanzada edad, que quedaban.

El monasterio, que sigue siendo propiedad de la Clarisas, ha sido cedido a las Siervas del Hogar de la Madre, una congregación fundada en Toledo, tras el cierre del convento que estas ocupaban desde hace ocho años en Torrent. El arzobispado ha decidido disponer del citado convento, propiedad de las Dominicas y ubicado en un entorno de campos de cultivo próximo a la urbanización del Vedat, para destinarlo a una obra social.

La pequeña congregación que ocupaba el convento de Torrent fue reubicada hace un mes, «no sabemos si con carácter definitivo», en el convento de la Trinidad. «Estaremos aquí hasta que Dios quiera», aseguran las monjas, que apuntan que el monasterio es un lugar «muy grande» para las cinco integrantes de la congregación. De momento, han realizado algunas reparaciones en la instalación eléctrica del convento, que tras cuatro años cerrado, requiere acondicionamiento.

La parte histórica de la Trinidad, esto es, el refectorio, la iglesia y el claustro están bien conservados, sin embargo, las habitaciones de las monjas requieren una reforma en profundidad para la que de momento parece no haber fecha.

Las religiosas no saben si la iglesia de la Trinidad volverá a abrirse al culto de manera regular. De momento, las nuevas moradoras de la Trinidad han iniciado su misión de apostolado entre los jóvenes con la proyección de una película-documental sobre la hermana Clare Crockett que falleció en 2016 en un terremoto en Ecuador.

Las Siervas del Hogar de la Madre, que son las que finalmente han ocupado el convento de la Trinidad y no la congregación Iesu Communio como informó el jueves este diario, se dedican a la atención de enfermos en hospitales.

La nueva congregación, fundada en Toledo pero que integra a monjas llegadas de distintos países, como Italia, Reino Unido y Estados Unidos, no es una orden de clausura como las clarisas o las Iesu Communio, que están reformando un convento deshabitado de Godella para fundar allí su primera congregación en València.

Un convento declarado BIC

Para el arzobispado el mejor uso que puede darse al convento de la Trinidad, que durante sus cinco siglos de historia había sido gestionado de manera ininterrumpida por la clarisas, es el conventual. La idea de ceder el convento, declarado Bien de Interés Cultural, para uso museístico como ampliación del San Pío V no entra en los planes del arzobispado.

El Real Monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia es un edificio de notable importancia histórica y artística. Construido en la margen izquierda del río Turia, junto al comienzo de la calle de Alboraia. El convento fue fundado por María de Castilla, esposa de Alfonso V el Magnánimo y regente durante la larga ausencia de su marido.

Durante los siglos XV y XVI, la Trinidad fue un foco cultural y espiritual y un referente social de la ciudad de Valencia. Durante esta época fue abadesa, entre 1463 y 1490, la célebre escritora y humanista Isabel de Villena. El monasterio, declarado BIC, se abrió a las visitas turísticas en 2014, un servicio que la empresa privada que lo gestiona ha mantenido durante los años que ha estado cerrado.

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