Las obras iniciadas hace un año para cerrar la cubierta del Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) tendrán un sobrecoste inicial de alrededor de 400.000 euros, según ha confirmado el director de la entidad, Enrique Vidal, quien asegura, no obstante, que eso está dentro del 10% que permite la ley. «Esto no es lo de antes», dijo Vidal en referencia a los enormes sobrecostes que tuvo este mismo edificio en el momento de su construcción. La obra rondó los 100 millones de euros.
Hace poco más de un mes la propia Generalitat Valenciana emitió un comunicado explicando que las obras para cerrar el Ágora se demorarían hasta después del verano debido a las lluvias, que obligaron a parar los trabajos varios días; la complejidad de los andamios y la aparición de desperfectos que no estaban contabilizados en el proyecto inicial, cuyo coste, tras una importante baja en la licitación, se quedó en 4,6 millones de euros.
Pero además de demorarse en el tiempo, la obra también tendrá un sobrecoste económico que Enrique Vidal cifró en 400.000 euros, dentro siempre, recalca, del 10% de margen que concede la ley en esos casos.
«Conforme avanzan los trabajos se van viendo cosas. La estructura por dentro está mal y hay que arreglarla. Hay cosas que no eran visibles antes y hay que trabajar también por dentro de la cubierta, no solo por fuera», explicó el director de Cacsa, que recordó que también ha sido necesario montar andamios en el interior del edificio.
«Lo que estamos haciendo es mejorar la actuación, pero dentro de un orden. Esto no es lo de antes», dijo Vidal, que aseguró, así mismo, que estos sobrecostes han sido negociados previamente con la empresa adjudicataria de los trabajos. «Hay que tener en cuenta que la Ciudad de las Artes y las Ciencias es el elementos más conocido de València y eso no lo podemos arreglar de cualquier manera», abundó.
Tiempos dentro de lo previsto
Tampoco parece que la Ciudad de las Artes y las Ciencias tenga problemas para hacer frente a ese sobrecoste y se mantiene la idea de acabar los trabajos a final del verano, con lo cual no habrá problemas para que la Fundación Bancaria La Caixa inicie la construcción de su CaixaForum dentro del edificio, como está previsto. Los tiempos se están cumpliendo y la previsión es que la construcción de ese complejo cultural sea una realidad para 2020.
Enrique Vidal explicó que ni en las obras de la cubierta ni en la construcción del CaixaForum han tenido ningún problema con el arquitecto autor de Cacsa, Santiago Calatrava. «Calatrava está colaborando», dijo Vidal. «Y cuando le contamos lo del CaixaForum no tuvo un mal gesto», añadió. «Con buena voluntad y sin tonterías las cosas funcionan».
De lo que no hay ni opinión ni preocupación es de las lamas que debían coronar el Ágora, unos bloques de hormigón que costaron dos millones de euros y que siguen abandonados en un solar detrás del Oceanogràfic después de que Cacsa haya decidido cerrar el edificio sin este elemento, que hubiera disparado el coste de la operación hasta los 20 millones de euros.
En este sentido, Vidal dijo que «en este momento las lamas no son una prioridad». «Las prioridades son otras», precisó el director de Cacsa en referencia a la necesidad de acabar las obras que hay en marcha para que el CaixaForum se desarrolle con normalidad y en los tiempos previstos.
