Por tercer año consecutivo, el «Pas de les Roques» se llevó a cabo en el día del Corpus, pero sin el tradicional final de tiro y arrastre cuando soltaban uno de los dos caballos y el otro hacía la subida final hacia la Almoina entre los aplausos y la emoción del público ante su esfuerzo.

Esto fue prohibido por el Ayuntamiento de València, organizador del Corpus, en 2016 y ahora, tres años después, el bajón de público es significativo: «No estoy de acuerdo con la prohibición porque la fiesta es la fiesta y es una tradición de muchos años. Antes esto estaba lleno de gente y ahora no. Ya no le ven la gracia y se está perdiendo, no es cosa nuestra sino del ayuntamiento», indicaba José Luis, de Castellar, uno de los caballistas.

Él asevera que la gente les llama incluso días antes preguntándoles si van a hacer el tiro y arrastre y «cuando les decimos que no, nos dicen que entonces no vienen».

En la misma línea se expresaban los caballistas María Mora y Juanvi, de Torrent, que aseveran que hay menos gente, pero que se resignan pues «quien paga manda». Ayer, curiosamente, una de les Roques sí sufrió daño, pero fue al chocar con una rama de un árbol.