La regeneración ambiental del agua del último tramo del antiguo cauce del río Túria, junto a Natzaret, empieza a dar resultados diez días después de iniciarse el tratamiento con bacterias financiado por Aguas de València

El concejal del Ciclo del Agua, Vicent Sarrià, visitó junto con los representantes vecinales de Natzaret la estación de bombeo de Cantarranas, uno de los puntos desde los que se están inyectando las disolucionescon bacterias.

Los vecinos aseguran que el agua de este tramo del río, donde los lodos contaminados acumulados durante años provocan problemas de malos olores y mortandad de peces, «se ve más limpia». A ello han contribuido sin duda las lluvias del pasado fin de semana y el efecto arrastre. El resultado final del tratamiento, que durará seis meses, se verá en todo caso a final de año.

Sarrià aseguró que con este tratamiento «se acabará con los olores generados por la fermentación de los lodos acumulados durante años». Además de la biorrediación, la regeneración del tramo final del cauce, depende del buen estado del colector norte.

La primera limpieza en profundidad de esta canalización, donde se mezclan aguas pluviales y residuales, se ha topado con un problema generalizado en muchas ciudades, la acumulación de toallitas higiénicas. El ayuntamiento ha retirado ya 2.060 toneladas de este producto de higiene.