Las obras realizadas sin licencia municipal y sin permiso de excavación arqueológica en el palacete de origen medieval de la calle Cocinas, que durante años funcionó como local de ocio nocturno, podrían haber generado una pérdida de patrimonio que ahora los inspectores de la Dirección General de Patrimonio, junto con los del Ayuntamiento de València, tratan de evaluar.
Tal como informó este diario, el consistorio ordenó hace una semana la suspensión de las obras en el interior del palacete tras recibir el aviso de que se estaban llevando a cabo excavaciones sin supervisión arqueológica, como establece la ley valenciana de patrimonio cultural en zonas arqueológicas protegidas como es el caso de Ciudad Vella.
Los técnicos de Patrimonio han comprobado que en las obras que se han llevado a cabo se habría excavado un metro de profundidad. Así lo constataron los arqueólogos municipales y de la conselleria que comprobaron que los materiales extraídos del subsuelo durante estos trabajos sin control arqueológico se habían depositado en un contenedor.
La conselleria, a quien corresponde en estos casos la competencia sancionadora, no descarta, en función de la evaluación de los daños, la apertura de un expediente a la empresa promotora por realizar obras sin control arqueológico. Los técnicos, explicaron fuentes de Cultura, están haciendo la valoración para confirmar si se han producido daños en el subsuelo y actuar en consecuencia.
Tal como informó este diario, el boom de la construcción de hoteles y alojamientos turísticos en la ciudad, en especial, en el centro histórico ha triplicado el número de permisos arqueológicos, pasando de 50 en 2015 a 139 en 2017.
Un indicador del interés de los inversores por el negocio hotelero en la ciudad, en muchos casos, aprovechando edificios históricos y antigos palacetes.
Los arqueólogos advierten en este sentido de que este repunte de la rehabilitación debe ir acompañado de los controles arqueológicos preceptivos para evitar los mismos errores que en los años del boom inmobiliario. Aseguran que la falta de control arqueológico ha quedado en evidencia en la rehabilitación del palacio de la calle Cocinas donde durante años estuvo el pub la Marxa, uno de los referentes de la movida valenciana. En Ciutat Vella hay cientos de palacios medievales por documentar, entre ellos, el que ocupaba el pub de la Marxa.
El ayuntamiento todavía no sabe cuál es el destino que sus propietarios quieren darle al palacio. La empresa de hostelería Cielo VLC Sociedad Limitada solicitó una licencia de obras en 2007, que ya ha caducado y en la que no se especificaba el uso que se le iba a dar.
La Concejalía de Desarrollo Urbano espera a que el promotor presente la solicitud de licencia para comprobar a qué piensa destinar el palacio y si es un uso permitido en el nuevo plan especial de Ciutat Vella, donde se quiere fomentar el uso residencial en detrimento del hotelero y el terciario.
El palacete, que está cubierto con lonas, lleva varios días cerrado y sin actividad aparente en el interior. La Marxa, situado en las inmediaciones de la calle Caballeros, fue uno de los locales de moda de la movida valenciana de los años 80. Tras años cerrado, el palacio acusa el abandono y algunas de sus estancias han tenido que ser apuntaladas. El exterior está cubierto con lonas para evitar los desprendimientos.
Los arqueólogos consultados aseguran que el palacio conservaría elementos dignos de estudio y protección, entre los que destacan sus arcos góticos y la portada, así como sus balcones decorados con azulejos valencianos.
