Catorce comisiones de fallas pasan a tener desde ayer una nueva denominación en virtud de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica y el consiguiente cambio en el nomenclator del callejero de la ciudad. Con la particularidad de que la gran mayoría opta por acortar sus nombres sin incluir las referencias a las nuevas calles.

Tan solo las incluyen Linterna-Na Robella-Avenida del Oeste, Senent Ibáñez de Massarojos (antigua plaza de los Mártires) y Jerónima Galés-Litógrafo Pascual y Abad (antiguo General Barroso). Incluso la falla de la vicepresidenta Mónica Oltra pasa a ser solo José Maestre y no «del Jurats» que es como se llama ahora la antigua Ángel del Alcázar. Por el mismo motivo, Santa Cruz de Tenerife-Ángel del Alcázar se queda en Santa Cruz de Tenerife a secas. Otras simplificaciones son Gayano Lluch y General Llorens, que obvian las dos el nombre de José del Río que sustituye al del doctor Marco Merenciano.

Islas Canarias-Trafalgar borra el antiguo Samuel Ros, lo mismo que Manuel de Falla-Tamarindos, que elimina a López Ibor, o Calvo Acacio que elimina al General Barroso.

Un caso curioso es el de Juan Bautista Vives, puesto que esta comisión ya había organizado un premio llamado «olimpia» en referencia a calle Olimpia Arozena Torres nombre que sustituye a Salvador Ferrandis Luna. También se recicla un vestigio de la anterior tanda de cambios de nombre: García Morato-Yecla, que nunca se llamó Olof Palme (nombre que sustituyó al de García Morato), pasa a ser ahora Séneca-Yecla. Avenida de la Plata-General Urrutia, en lugar de pasar a ser Avenida de la Plata-Amado Granell, pasará a ser Avenida de la Plata-Senyera.

Estas fallas podrán recibir subvenciones del Ayuntamiento de València para la adquisición de nuevos estandartes, algo que no podrá recibir por pertenecer a Quart de Poblet otra falla que también se modifica: el antiguo General Asensio-Marqués de Solferit, pasa a quedarse con ese último.