La firma Obremo SL será la encargada de reformar el antiguo mortuorio del complejo hospitalario de Campanar para que pueda acoger de forma provisional el servicio de urgencias de la zona. La empresa se ha comprometido a hacer el trabajo por un presupuesto de 685.000 euros, un 17 % menos del inicialmente previsto por la administración.

Formalizado ya el encargo, la empresa dispone de seis meses (desde el acta de replanteo) para hacer realidad los trabajos. Actualmente las urgencias de Campanar están situadas todavía en la planta baja del edificio principal del antiguo hospital, que está condenado al derribo. El traslado de urgencias dejará vía libre para el desamiantado (que ya se ha licitado por un presupuesto de 3,5 millones de euros) y posterior derribo del edificio central, después de que el año pasado se cerraran las últimas plantas de asistencia a enfermos de larga estancia que quedaban abiertas.

El destino del servicio en el viejo mortuorio remodelado será, sin embargo, provisional. La idea es mantener abiertas las urgencias en la calle Joaquín Ballester mientras toma forma el nuevo complejo hospitalario Ernest Lluch en el que la Conselleria de Sanidad ha previsto levantar un nuevo centro de salud con servicio de urgencias 24 horas y otro de especialidades, entre otras nuevas infraestructuras. Los nuevos edificios, que se levantarán sobre los 10.000 metros cuadrados del actual aparcamiento y helipuerto del complejo de Campanar darán servicio a los barrios de Tendetes, El Calvari y Campanar.

El complejo preveía también un hospital de crónicos, cuatro hospitales de día de salud mental y espacio para asociaciones vecinales en el espacio ahora ocupado por el edificio principal del antiguo hospital La Fe, que también acogerá un aparcamiento subterráneo.

Retraso de más de un año

La rehabilitación del edificio de Joaquín Ballester es una de las primeras intervenciones que se verán en la zona, junto a la rehabilitación del antiguo edificio de laboratorios para albergar el servicio de emergencias sanitarias, SAMU y unidad de detección de cáncer de mama, también de forma provisional.

Según el primer cronograma de la conselleria, sin embargo, esta reforma que se acaba de adjudicar tenía que haber comenzado hace un año y las Urgencias debían estar funcionando ya en Joaquín Ballester desde hace tres meses. Este retraso supone, asimismo, el retraso global de todo el proyecto del complejo Ernest Lluch en el que se estima una inversión de más de 19 millones de euros y que tenía que haber empezado ya.