La Plaza Aza, situada entre el pasaje Doctor Serra y la calle Russafa, se prepara para la apertura de la gran tienda de la firma Primark y otra media docena de establecimientos menores que contribuirán a dinamizar esta zona históricamente degradada. Queda pendiente, no obstante, la reforma del Museo Taurino y las instalaciones que rodean la Plaza de Toros, un proyecto que la Diputación Provincial tiene parado desde hace años.

Ante la previsión de que Primark abra sus puertas mañana, miércoles, día 13, el alcalde de València, Joan Ribó, visitó ayer la plaza donde se ubica, que se denomina Plaza Aza por ser la empresa del mismo nombre la que la ha construido y la ha abierto al público con un gran aparcamiento subterráneo y media docena de tiendas y restaurantes en los laterales.

«Hemos venido a ver esta plaza al final de su urbanización y también por la apertura de Primark. Hemos trabajado de una manera muy importante en el departamento de Licencias, porque no es fácil, y hoy lo que quería era ver cómo estaba, ver Primark y nada más», dijo Ribó en un momento de la visita junto con el empresario responsable del proyecto, Alfonso Zamorano. «Con todo esto gana València, y son cosas que hacen la ciudad más habitable», subrayó.

Ribó dijo no tener miedo a la saturación de la plaza, de unos 3.000 metros cuadrados, por el gran tirón comercial de Primark. «Nosotros sabemos que en todas las ciudades europeas donde está Primark hay una aglomeración de personas, pero eso está controlado desde Actividades. No creemos que haya problemas. Creemos que es importante dinamizar esta zona que une Doctor Serra y Colón, pero no nos preocupan las aglomeraciones», dijo.

Lo que se escapa a la agenda municipal es la reforma de la Plaza de Toros y el Museo Taurino, situado en el pasaje Doctor Serra. Desde hace años la Diputación Provincial prepara un plan para derribar parte de los corrales que hay detrás del coso, ampliar el museo y hacer más visible la propia plaza desde el pasaje, sin embargo, hasta el momento no se ha hecho nada.

Ayer Ribó se refirió a este proyecto y aseguró que está en manos de la Diputación, independientemente de que se esté trabajando con ellos desde el área de Urbanismo.

«Nosotros hemos hablado alguna vez con la Diputación, pero no hemos acabado de concretar nada. Es un proyecto pendiente. Pero la plaza es un paso adelante muy significativo y yo estoy muy satisfecho. Hay que recordar cómo era antes y cómo ha quedado en estos momentos», dijo.

Por su parte, Alfonso Zamorano, empresario propietario de esta plaza, se mostró muy contento del resultado después de tres años de intenso trabajo. Acompañando al alcalde en la visita, dijo que « ha costado, pero me gusta». «Ahora tenemos un espacio cerrado, al que pueden ir los niños y sin coches», explicó.

Según Zamorano, «ha sido un esfuerzo económico muy importante y además lento de recuperación», ya que «el motor de todo es Primark y hasta el momento no había abierto las puertas».

El empresario dijo que «los locales están todos terminados y decorados, aunque un par de ellos tienen problemas de apertura».

En este sentido, el concejal de Licencias, Carlos Galiana, explicó que dos de los locales no han podido abrir todavía porque la inspección municipal detectó problemas con los aires acondicionados que todavía no han sido solucionados. No obstante, aseguró que la situación se resolverá sin problemas y lo más pronto posible.