Después de tres años en la política, una importante representación en la corporación municipal y el viento a favor en las encuestas, Fernando Giner (València, 1964) afronta el último año de legislatura con la ilusión de ser de nuevo el candidato a la alcaldía por Ciudadanos. Está satisfecho de su labor y no teme a más injerencias en la designación de candidatos que las que puedan derivarse de unas primarias normales, que es lo que establece la formación naranja. Su presencia en la política es de vocación, explica antes de empezar la entrevista: «Cuando estaba en la Casa de la Caridad y vi que los comensales se disparaban de 200 a 700 me quedé asombrado de la respuesta política en general. Y un día hablando con mi mujer se lo dije: Una de dos , o actuamos o dejamos de criticar. Entonces me acerqué a un acto de Ciudadanos, escuché a Albert Rivera, vi los valores del partido y aquí estoy».
Y ahora Ciudadanos, después de apenas tres años, ha experimentado un crecimiento vertiginoso. ¿Se lo esperaba?
Lo que sí es verdad es que Ciudadanos tiene un mensaje muy claro, con planteamientos que necesita España, y la sociedad está muy abierta a esta realidad. España no se puede permitir más años de bipartidismo. Dicho esto, si me siento orgulloso de estos tres años es cuando compruebo la satisfacción de las personas que confiaron en nosotros en 2015. Porque lo más importante es no defraudar a quien confió en ti.
Lo mismo que ha crecido Ciudadanos, Fernando Giner ha crecido dentro de Ciudadanos, formando parte de la ejecutiva y siendo responsable de autónomos y Pymes.
Yo durante 25 años he sido autónomo y empresario, por tanto siempre he estado a disposición del partido y de los afiliados. La base es no perder el contacto con la sociedad civil y que la sociedad civil no pierda nunca su protagonismo.
Está claro, entiendo, que será candidato a las próximas elecciones.
A mí me apasiona València. A mí me encantaría presentarme para alcalde, pero esto lo tienen que decidir los afiliados. Tenemos un proceso de primarias y además es que tiene que ser así. Si nos remontamos tres años atrás, cuando el partido apenas se había formado, gracias a los afiliados estábamos en las carpas, en las calles. Y es justo que sean ellos quienes decidan el candidato. Por tanto, si los afiliados quieren, yo estaré encantado.
¿Fue un jarro de agua fría cuando Albert Rivera dijo que los portavoces tendrían que acostumbrarse a la irrupción de estrellas en las candidaturas de las principales ciudades?
En absoluto. Lo primero es España y, en este caso, València. Y quien tiene que estar ahí es el mejor. Tenemos que entender que estamos en política para servir y que lo importante al final es el proyecto y los ciudadanos.
¿Cree que habrá primarias?
Sí, sí, en València sí, porque según los estatutos, cuando hay más de 400 afiliados hay primarias. Y por suerte esa es nuestra realidad.
Me han dicho que está reforzando el partido con nombres importantes.
Aquí lo que es evidente es que tenemos que estar en contacto con la sociedad civil. Y lo que hacemos desde el partido es prepararnos para gobernar.
¿Cómo ven esa posibilidad de gobernar?
Nosotros nos estamos preparando sabiendo que la última palabra la tienen los ciudadanos. En estos tres años la experiencia que hemos ganado ha sido altísima, nos hemos pateado València, conocemos las asociaciones, conocemos los barrios, conocemos la problemática y conocemos la vida municipal. Hace tres años venía de la sociedad civil y en este momento el proyecto que tenemos para València nos hace dignos de tener el gobierno de la ciudad en 2019.
Ustedes han tenido más presencia en la oposición, dada la situación del PP. ¿Esto les ha venido bien?
El trabajo en la oposición ha sido intenso. Hemos sido una oposición muy responsable. Estando en la campaña ya nos sumamos al proyecto para defender el Cabanyal, y estos años hemos apoyado el Plan de Turismo y los planes de empleo. Hemos sido oposición, sobre todo, cuando hemos visto a este Ribó sectario, a este Ribó que intenta imponer su ideología. Hemos sido oposición cuando han aparecido las ocurrencias, fundamentalmente, en movilidad. Hemos sido oposición cuando la ciudad está sucia. Y somos oposición cuando vemos que Ribó no aporta transparencia ni diálogo.
Se suponía que el PP sería oposición con ustedes. ¿Cómo ve la situación del PP?
Yo solo diré que tienen un periodo extraordinario para regenerarse.
Le decía esto porque una posibilidad es que ustedes gobiernen con el PP. ¿Ve eso factible?
Primer punto, regeneración, con el PP o con cualquier partido. Lo segundo, que sea un partido que crea en la Constitución. Y en tercer lugar, que crea en el proyecto de València. Hablaríamos con cualquier partido que esté en esas condiciones.
¿Tienen ustedes información propia de su evolución de voto?
Tenemos encuestas y hemos visto encuestas que nos dan un empate técnico con Compromís. Llama la atención cómo el señor Ribó no ha sabido capitalizar su puesto de alcalde.
¿Por qué es esto?
Eso es consecuencia de su sectarismo. Todos coincidimos en que después de 24 años del PP, València necesitaba un proyecto nuevo, pero Ribó no lo ha traido. Y sabe por qué. Porque no lo tiene. La València social no existe. Y en transparencia igual. La política de Ribó se ha quedado en un gesto. Ha abierto el balcón, sí, pero la institución no se ha abierto al ciudadano. Y claro, con gestos no se hace un cambio. No hay un tema de la ciudad que no haya enfrentamiento.
Siempre he tenido una duda y es si ustedes impregnarían su política de valencianismo, no sé si de nacionalismo valencianista, pero al menos de valencianía.
Somos valencianos y nos sentimos igualmente valencianos y españoles. Y dentro de esto tenemos unas leyes que hay que cumplir. Y si no nos gustan las cambiamos. Lo que no podemos hacer son cosas que van en contra de nuestro Estatut y la Constitución. Dicho esto, pues claro que vamos a atender nuestras tradiciones. Eso es valencianismo y eso hay que protegerlo. A mí que mi hija sepa hacer arroz con costra me encanta. Y hay que defender València desde el punto de vista económico, porque defender el corredor mediterráneo también es valencianismo.
