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Ofensiva contra los apartamentos turísticos

Suprimen la compatibilidad de uso residencial y hotelero y solo admite viviendas vacacionales durante 60 días al año

La moratoria a los apartamentos turísticos que el Ayuntamiento de València decretó en Ciutat Vella en febrero pasado se consolida. El nuevo plan especial (PEP) de Ciutat Vella que unificará el «bosque normativo» que había en el centro histórico suprime la compatibilidad del uso residencial con el terciario-hotelero, una fórmula urbanística que ha dado alas al fenómeno de los apartamentos turísticos en los barrios del Carmen, la Seu, Mercat, Sant Francesc y el Pilar.

El plan especial de Ciutat Vella, que ayer presentó el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, y que en breve saldrá a exposición pública, tiene como objetivo potenciar el uso residencial en el centro histórico y poner coto a los apartamentos turísticos entendidos como actividad económica y diferenciándolos de las viviendas vacacionales, que sí se permiten por un tiempo limitado, que no podrá superar los 60 días al año.

Los apartamentos turísticos existentes quedarán en una suerte de limbo legal. El plan especial presentado ayer «congela» la situación de las viviendas turísticas que ya tengan licencia urbanística, si bien el ayuntamiento se reserva la potestad de inspeccionarlas y exigir que se ajusten a la legalidad y soliciten el informe de compatibilidad urbanística, que en la mayoría de casos no podrán obtener.

«Los que compraron una vivienda pensando en convertirla en apartamento turístico tendrán que irse a vivir allí o alquilarlas para uso residencial», resumió el concejal de Desarrollo Urbano, quien insistió en que el hecho de estar inscritas en el registro de viviendas turística «no garantiza que sean legales».

La nueva ley valenciana de Turismo obliga a los dueños de apartamentos turísticos a declarar la actividad y además solicitar un informe de compatibilidad urbanística al ayuntamiento, que solo permite este tipo de negocios en plantas baja y primeros pisos y, ahora los veta por completo en Ciutat Vella.

Ciutat Vella será así de uso preferentemente residencial y en ella se prohibe la implantación de la vivienda turística y de uso hotelero por regla general, aunque admite excepciones. El ayuntamiento estudiará así casos puntuales para dar uso terciario hotelero a edificios singulares donde el uso residencial es difícil, como pueden ser antiguos palacios, con lo cual se intenta fomentar la rehabilitación del patrimonio histórico.

La única excepción en el centro histórico será el barrio de Sant Francesc, muy terciarizado, donde sí se podrán abrir edificios (enteros) de apartamentos turísticos siempre que respeten una distancia de 150 metros respecto a un negocio similar.

Licencias e inversiones

El nuevo plan especial de Ciutat Vella, que simplifica la normativa, tiene por objetivo la agilización de las licencias, uno de los caballos de batalla del ayuntamiento y pesadilla de los promotores de actividades económicas y rehabilitación de edificios.

También incluye una memoria de viabilidad económica donde se prevén inversiones en dotaciones y mejoras urbanísticas, entre ellas, peatonalizaciones por valor de 34 millones de euros. Entre los equipamientos de proximidad que prevé el nuevo plan se incluye un colegio en la calle Baja y una escuela de idiomas, cuyo tamaño está por definir, en el solar de la plaza de la Bocha, a instancias de la Conselleria de Educación.

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