Las empresas que se dedican al negocio del «car sharing», es decir, el alquiler en la vía pública de coches compartidos, han puesto sus ojos en València. Por tamaño y condiciones, las diferentes compañías interesadas consideran que en el «cap i casal» puede funcionar este sistema que permite al usuario alquilar por minutos un vehículo -normalmente un pequeño utilitario- para desplazarse por la ciudad y aparcarlo gratis en cualquier estacionamiento habilitado, incluida la zona azul. Y todo a través de una sencilla aplicación de móvil.

Las empresas del sector suelen apostar por vehículos no contaminantes -eléctricos o en algunos casos híbridos- y se dirigen a los diferentes ayuntamientos con el argumento de que ofrecen una alternativa de movilidad con cero o bajas emisiones. A cambio piden ventajas como disfrutar de centenares de plazas de aparcamiento en zona azul gratis o reserva de estacionamientos fijos que utilizan como base de sus flotas.

Entre los argumentos que suelen aportar para convencer a los ayuntamientos -Madrid, Barcelona, Bilbao o Sevilla ya disponen de estos servicios- es que un coche compartido evita el uso de ocho coches privados, aunque otras compañías elevan la cifra hasta los 20. Sin embargo, muchos de los usuarios que utilizan el «car sharing» admiten que hace uso de él como «complemento» al transporte público o a su propio vehículo, por lo que no está claro el trasvase de usuarios y los beneficios para la ciudad en términos de movilidad.

Además, una flota de cientos de coches, si no logra un trasvase sustancial de usuarios, podría influir de forma negativa en el codiciado aparcamiento o la saturación de algunas vías con mucho tráfico. De hecho, una de las empresas que se ofrece al ayuntamiento, de capital valenciano, estima que la ciudad no sería capaz de soportar más de cien vehículos destinados a este negocio.

Consultado el Ayuntamiento de València sobre esta cuestión dado el reciente interés mostrado por dos empresas, desde el área de Movilidad Sostenible aseguran que antes de dar alguna autorización para operar «tenemos que evaluar si el alquiler de coches compartidos son beneficiosos para la ciudad».

«Queremos la mejor opción»

El área que dirige Grezzi admite que ha recibido varias peticiones (entre cuatro o cinco) para operar en la ciudad en los dos últimos años, «pero antes de autorizar algún proyecto, tenemos que tener claro que es la mejor opción para la ciudad». Desde Movilidad Sostenible, además, recuerdan que para otras variantes de vehículos compartidos (bicis o motos) se ha de elaborar una nueva ordenanza de espacio público que contemple tasas específicas por trabajar en la vía pública. De momento opera en la ciudad la empresa Muving, que aprovecha el vacío legal existente sin crearle problemas al consistorio.

Así pues, la implantación del servicio de alquiler de coches compartidos en València no parece, de momento, una prioridad para el equipo de gobierno. Prefiere esperar a que otras ciudades certifiquen los teóricos beneficios del sistema de «car sharing» antes de comprometerse con ningún proyecto empresarial.