Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Segundo centenario de la fuente

El Tritón en la Glorieta ya echaba agua en 1818

Verum Valentia desgrana la historia bicentenaria de la magna obra de Giacomo Antonio Ponzanelli

El Tritón en la Glorieta ya echaba agua en 1818

Uno de los mayores placeres que pueda tener un investigador, es que caiga en tus manos algo que haga variar lo que hasta esa fecha se daba por verdadero; por insignificante que pueda ser o por su mínima repercusión mediática, ésto no resta un ápice el sentimiento de placer por el trabajo bien realizado. Internet ha puesto en nuestras manos la información, lo bueno de la red, pero también ha puesto en nuestras manos la desinformación, lo malo de ésta. Hay que saber muy bien distinguir entre lo que es verdad y lo que es falso, no por ver una cosa repetida en mil webs, foros o blogs, la podemos dar por cierta o verdadera. Solo los mediocres y conformistas se dedican a copiar y pegar sin realizar comprobaciones, tal vez solo por el mero fin de aumentar su ego, obtener muchos «likes» o ser llamado «maestro» cuando simplemente se es un tuerto en un mundo de ciegos. Vivimos el boom de la Valencia Antigua y el boom de las páginas webs, blogs, foros y grupos de Facebook dedicadas a este tema, como en todo los hay buenos, malos y muy malos, los que cuidan que la información sea la correcta y los que les da lo mismo.

Hoy nuestro trabajo versa sobre la fuente del Tritón de la Glorieta, el 95% de las páginas consultadas, incluidas páginas oficiales, dan por buena la colocación de la fuente en el año 1833 y tan solo unos pocos estudiosos, entre los que se encuentran María Teresa Santamaría y Elena de las Heras, la datan correctamente en 1818, como vemos, una diferencia de 15 años.

El azar hace que investigando un diario manuscrito del Prior de Iglesia de San Juan del Hospital , sobre un tema muy distinto al que nos atañe, nos encontráramos con la fecha exacta de la colocación de la Fuente del Tritón en la Glorieta, el 24 de junio de 1818, hasta este momento desconocida con exactitud. Pero no solo descubrimos en el diario este dato, sino algo que hasta la fecha nadie había podido confirmar salvo Pascual Llorente Falcó en 1914 que afirmó que de la fuente brotó por primera vez agua en 1833, gracias al manuscrito del Prior de la Iglesia de San Juan del Hospital, Verum Valentia puede confirmar que el 24 de junio de 1818 ya brotaba el agua de la caracola del Tritón en la Glorieta. El párrafo exacto del diario dice así:

1818 «Día 24 de Junio: se manifestó este día colocada en el nuevo paseo de la plaza de Santo Domingo, la fuente con un pedestal muy gracioso, un tritón arrojando agua, y una balsa de piedra muy capaz para recibirla; hubo mucho concurso».

Historia de la Fuente

La historia de esta fuente viene paralela a la creación del jardín de la Glorieta. El día 15 de Febrero de 1817, el excelentísimo Capitán General y presidente de la Real Junta de Policía, Xavier Elío, determina hacer una alameda en la Plaza de Santo Domingo en cuyo centro se formará un isleta central con un monumento, para lo cual se demolerán algunas casas colindantes y abre una suscripción popular, porque no se dispone de dinero oficial para realizar el proyecto, voluntaria y por una sola vez, de la que se dará cuenta tanto de las cantidades recogidas como del uso de ellas. El primer donante fue el mismo Xavier Elío, aportando 300 reales de vellón, destacando el donativo de 4.000 reales realizado por el Sr. Arzobispo Veremundo Arias-Teixeiro y Rodríguez. En las primeras liquidaciones vemos los gastos, de los mas significativos encontramos la compra de leña para derretir en un solar contiguo al Convento de San Juan de Ribera, los cañones franceses que Su Majestad cedió para hacerle un monumento a Fernando VII que se colocaría en el jardín de Santo Domingo, proyecto que nunca se llevó a cabo por los cambios políticos del momento. En el segundo trimestre de 1817 se destinan 8.133,5 reales para la compra de seis estatuas del Huerto de Pontons, piedras para los sillares de los asientos que rodearían la isleta central y otros gastos de colocación, sueldos, cal, yeso y plus para los presidiarios empleados en la obra así como para sus capataces.

Estas esculturas fueron adquiridas por el Capitán General y presidente de la Real Junta de Policía, Xavier Elío entre los meses de abril y junio de 1817, de los Cinco Gremios Mayores de Madrid propietarios en ese momento del Huerto de Pontons, lugar donde se encontraban dichas esculturas.

El Huerto de Pontons era el nombre por el que se conocía la casa solariega del canónigo de la catedral de València Antonio Pontons. La villa se encontraba situada en el actual barrio de Patraix, a las afueras de València y junto al camino viejo de Torrente, era una alquería con un huerto-jardín que combinaba de forma ornamental las especies puramente decorativas con otras de tipo hortícola, muchos historiadores y escritores han nombrado en sus obras el Huerto de Pontons, desde Ponz (1789), Labordé (1826), Cruilles (1879), Llorente (1895), Tormo (1923), Almela y Vives (1964) a Sanchis Guarner (1972).

El personaje

Antonio Pontons nace en Valencia a mediados del siglo XVII, hijo de Pablo Pontons Soriano y Josefa García, gran amante de la escultura italiana del siglo XVII compró para su jardín seis obras del escultor Giacomo Antonio Ponzanelli, estas fueron las figuras mitológicas de Tritón, Neptuno, Venus, Apolo, Diana y Plutón.

La descripción del Huerto de Pontons la podemos encontrar en el libro manuscrito «Sucesos memorables de Valencia y su Reino» de Manuel Fuster y Membrado en su tomo I página 1042 donde el autor nos describe lo impresionado que queda al entrar en ese magnífico jardín, recorriendo y describiendo una por una todas las esculturas que se hallaban en él, haciendo verdadero hincapié en la fuente que se encontraba en medio del huerto presidida por una magnifica estatua del Tritón, hoy en día como todos sabemos en la Glorieta de nuestra ciudad.

Antonio Pontons, murió el 18 de noviembre de 1706 en Rubielos Bajos, provincia de Cuenca al huir de Valencia unos meses antes de caer la Ciudad en manos del Archiduque Carlos.

Botifler declarado, Pontons dejó su Huerto en herencia al rey Felipe V, éste en 1715 lo donó a Santiago Thovias del Burgo, conde de Bourk según Real Privilegio de 30 de mayo de 1715. El 18 de Noviembre de 1758, el conde de Bourk vende la propiedad a Antonio Fernández de Córdoba, duque de Medinacelli según escritura realizada ante el notario de la ciudad de València, Miguel de la Orden. El duque de Medinacelli, lo vendió el 17 de octubre de 1767 a unos comerciantes de seda de Madrid, llamados Manzano, Gonzalo, Martínez y Cía, según escritura realizada ante el notario de esa villa, Cosme Damián de los Reyes. El 31 de Julio de 1787 pagó don Manuel López Valle, director general de Real Fábrica de Tejidos de Seda de Valencia, 120.460 reales con 20 maravedíes para que pasara a manos de la Diputación y Dirección de los Cinco Gremios Mayores de Madrid, según escritura realizada ante el notario Diego Rubio. Posteriormente el Huerto de Pontons terminó en manos del Arzobispo de València, don Francisco Jiménez del Rio de quién pasó a sus herederos.

Volviendo a la Glorieta, indicar que en 1844 se produce un cambio radical en el jardín, se reestructura y se coloca el alumbrado de gas. Con el ensanchamiento de los andenes el óvalo pequeño donde se encuentra la Fuente del Tritón desaparece, es desmontada y llevada a un almacén municipal donde permanecería por 16 años.

Entre los años 1859 y 1860 se realiza otra transformación importante de la Glorieta, se sustituye la verja de madera con pilastras de piedra por una de hierro y reaparece la fuente del Tritón emplazada a espaldas del bosquecillo, lugar que ocupa en la actualidad. El nuevo vaso de la fuente se hizo de mármol negro, según proyecto presentado por el arquitecto Antonio Sancho y el alumno de la Academia de San Carlos Antonio Cortina.

En 1901, se abre una gruta en el bosquecillo, a espaldas de la fuente del Tritón, colocando en su interior la estatua de Neptuno de la que se originaba una cascada y un riachuelo que era cruzado por un puente de madera. Se suprimen los bancos de la Glorieta, los respaldos de hierro pasan a colocarse como tales en el banco que rodea el Parterre y las losas de piedra de los asientos se convierten en respaldos de los bancos del pretil del rio en la Alameda a la altura del Puente del Mar.

El trazado y el diseño de la Glorieta ha sufrido al menos cinco modificaciones a lo largo de su historia. LLegó a dividirse en dos partes a causa «del tráfico» en 1925 dejando la fuente del Tritón en uno de sus lados, pero con la remodelación vegetal a causa de la riada de 1957 se volvió a unir en un solo jardín cerrando esa vía intermedia.

Con este nuevo dato hallado en el diario del Prior, podemos afirmar que la fuente coronada por el dios Tritón, hijo de Poseidón y Anfitrite, lleva doscientos años en la Glorieta echando agua por su caracola con la que levantaba o calmaba mareas con sus profundos sones.

Compartir el artículo

stats