El plan especial de Ciutat Vella, una nueva normativa que unifica y simplifica la maraña burocrática y urbanística en el centro histórico, regula también el uso terciario de las azoteas.
La posibilidad de ubicar terrazas de hostelería en las cubiertas de los edificios es una tenencia cada vez más en auge en la ciudad, inlcuido los barrios del centro histórico, donde los vecinos de entornos saturados de negocios hosteleros, como el Carmen, rechazan la proliferación de las terrazas de hostelería en las alturas.
El nuevo plan de Ciutat Vella que ayer aprobó la comisión municipal de Urbanismo y que el próximo jueves pasará por el pleno del ayuntamiento para su aprobación inicial permite el uso de las azoteas en el área de calificación de uso terciario exclusivo terciario, un área discontinua que coincide básicamente con el barrio de Sant Francesc, formada mayorítariamente por edificios que ya tenían ese uso como bancos, oficinas y hoteles.
El ayuntamiento, que intenta con este nuevo plan incentivar el carácter residencial de los barrios de Ciutat Vella frente al desbordante fenómeno de la turistificación, opta en este nuevo plan, redactado por un equipo de expertos coordinado por las arquitectas Inés Esteve y Nuria Moya, por concentrar la actividad terciaria y hotelera en el barrio de Sant Francesc, preservando el carácter residencial y del comercio tradicional en el Carmen, la Seu, Mercat y el Pilar.
Las nuevas normas urbanísticas del plan especial de Ciutat Vella dedican un apartado a las plantas de cubierta donde expone que «en toda el área de uso terciario exclusivo se podrán desarrollar actividades complementarias vinculadas al uso de terciario».
Esto sí pone condiciones. Los negocios que se instalen en las cubiertas de los edificios deberán «repetar las condiciones estéticas de la terraza del edificio o cubierta», además no podrá tener ambientación musical, con lo que se evita que se conviertan en locales de ocio nocturno.
También se prohiben los usos deportivos y se exigirá que el mobiliario y la infraestructura que se utilice sea «reversible». Otras de las condiciones es que los elementos de la terraza, com toldos o pérgolas, no «afecten a los monumentos» del entorno.
La concesión de licencia para el uso terciario de las terrazas no estaba prohibido en la ciudad, si bien cada caso se tramitaba de manera individualizada. En la ciudad funcionan ya con buena acogida al menos una decena de terrazas de verano ubicadas en la azoteas de hoteles y edificios singulares, como la del Ateneo Mercantil (Sky Bar Restaurant), en la plaza del Ayuntamiento, ubicada en la sexta planta.
El catálogo de inmuebles protegidos del plan especial de Ciutat Vella incorpora 412 inmuebles a los 2.078 ya existentes. El catálogo actualizado incluye fichas pormenorizadas de todos, con una clasificación tipológica (casas obrador, casa vecinal, casa acomodad, casa señorial o palacio, arquitectura ecléctiva, arquitectura moderna y contemporánea) y determinan el tipo de intervenciones a los que se pueden someter incluido el color de las fachadas, en una paleta que va desde los tonos ocres, hasta los rojizos pasando por los verdes.
