La Marina de València continúa con el proceso participativo para dotar de nuevos usos a las instalaciones situadas en el recinto marítimo. El Consorcio València 2007 (CV07), gestor de La Marina, se ha implicado en el taller Interdisciplinary Sustainable Architecture (ISA)- Lab, organizado por la Universitat Politécnica de València (UPV), con el lanzamiento de una propuesta: repensar el uso de la antigua Base Alinghi, desde una perspectiva de sostenibilidad.

En este sentido, el proyecto Alinghi se adecúa al objetivo del taller, que es "detectar y poner en marcha soluciones de sostenibilidad en colaboración transdisciplinar", según explica Javier Orozco, coordinador de ISA-Lab y director del Área de Acción Internacional de la UPV.

En ISA-Lab colaboran universidades de prestigio de todo el mundo que seleccionan a los alumnos de máster con mejor expediente académico para desarrollar cada uno de los proyectos propuestos en el taller. Concretamente, en el proyecto Alinghi ha trabajado un equipo formado por Roshni Krishnan (Carnegie Mellon University), Young Yoon Kim (University of British Columbia) y Patricia Pérez (Universidad Politécnica de Valencia), cuyas especialidades son el diseño sostenible, la ingeniería química y la arquitectura, respectivamente.

El proyecto de revitalización del Alinghi se ha basado en tres objetivos: incrementar la sostenibilidad y atractivo del edificio, integrarlo en su entorno y seleccionar los materiales óptimos. "No se trata de la mera rehabilitación, sino de su integración con el entorno del frente marítimo, de su adecuación para desarrollar actividades vinculadas a la ciudadanía y que responda al requerimiento de espacio social que es La Marina de València", añade Orozco.

El proyecto servirá como una de las premisas a incluir en los pliegos para la adecuación y explotación de La Base Alinghi.

Proyecto Alinghi

En primer lugar, los autores de la propuesta han identificado diferentes cuestiones clave: la ausencia de zonas verdes y de usos públicos en el área circundante a La Base, el propósito temporal de su construcción, la necesidad de mejora de la fachada y de la eficiencia del edificio, la barrera al público que supone su vallado y la carencia de una programación funcional. Para abordar estos problemas, han desarrollado una serie de propuestas partiendo de la visión del Alinghi como centro para la innovación, la cultura y la sostenibilidad.

Desarrollo del entorno

Recientemente el Consorcio ha abierto un concurso de ideas para el diseño de un skatepark y de la urbanización de su entorno. Para completar esta actuación y aumentar el tráfico peatonal de la zona, el equipo propone también instalar un parque infantil, un carril running, un carril bici y espacio verde con zonas de descanso con sombra.

Usos del edificio

Con la premisa de un uso polivalente del edificio, el equipo apuesta por el diseño de un espacio abierto y flexible donde ubicar espacios de rendimiento, restaurantes, tiendas y calles semi-abiertas en la planta baja.

Proponen también la instalación de un mercado sostenible (reduciendo residuos) con agricultores locales y restaurantes de concepto "desde la granja hasta la mesa" y, como espacio principal, un lugar versátil donde organizar eventos comunitarios (presentaciones, proyecciones, exposiciones de arte, convenciones, festivales etc) que involucre a artistas locales, emprendedores e innovadores. Algunos de los referentes presentados han sido el Mercado a granel de Londres o The Soap Dispensary en Vancouver.

Soluciones de sostenibilidad

En cuanto a soluciones de sostenibilidad, proponen también mejoras en la fachada y en la eficiencia energética, tales como la instalación de una pared verde para proyectar sombra, paneles solares, ventanas herméticas y térmicamente eficientes, sistema de iluminación HVAC y actualizaciones de controles. Estas actuaciones repercutirían también en la apariencia y atractivo del edificio, que se convertiría en un espacio vibrante con conectividad al agua y un escenario abierto para cubrir las necesidades de la comunidad en general.