El Institut d´Ecologia Litoral ha elaborado un informe sobre la presencia de la especie conocida como carabela portuguesa (Physalia physalis) en el Mar Mediterráneo. Aunque su aspecto pueda llevar a confusión, no se trata de una medusa, en realidad es una colonia de pólipos de color violáceo que se adhieren entre ellos y consta de largos tentáculos.

Su peligrosidad es "muy alta", por eso se recomienda alejarse de ella y no tocarla aunque se encuentre sin vida en la orilla. A pesar de que no es habitual en el Mediterráneo, pueden producirse entradas de ejemplares desde las aguas atlánticas, apunta el informe elaborado por el ayuntamiento alicantino de El Campello.

¿Qué es la carabela portuguesa?

La carabela portuguesa o Physalis physalis, no se puede considerar como una medusa verdadera, ya que en sí constituye una colonia de pólipos, entre los cuales, los más característicos son los que conforman su flotador o neumatóforo, que suele medir entre 15 y 30 cm. Sus tentáculos son muy largos y extendidos pueden alcanzar los 10 m. Su veneno es muy potente y puede producir parálisis.

¿Por qué están en el Mediterráneo?

La presencia de estas especies se circunscribe normalmente al período primaveral, principalmente a finales del mes de abril, estando asociadas a las entradas de aguas atlánticas, a consecuencia de los efectos de las borrascas. La última de estas, apodada Gisele, entró por el suroeste de la Península Ibérica el pasado mes de marzo. Esto provocó la entrada al Mediterráneo de grandes masas de aguas atlánticas, en las que se encontraban un gran número de carabelas portuguesas debido al desarrollo de su ciclo vital. A raíz de esto, empezaron a observarse ejemplares en la costa andaluza (Huelva, Cádiz, Ceuta, Motril) y en las últimas semanas se ha avistado en diferentes puntos de València, la Safor y la Marina.

¿Hasta cuándo estarán presentes?

La presencia de carabelas portuguesas normalmente se limita a unas pocas semanas, así en la última década las observaciones registradas no muestran períodos superiores a las 3 semanas, estando directamente relacionadas con la incidencia de vientos. Por ejemplo, los vientos de levante son un factor que contribuye a acercar estos ejemplares a las costas valencianas.

¿Qué hacer en caso de avistamiento?

- Comunicar a Protección civil / Policía Local, la peligrosidad de estos ejemplares, y evitar el baño, o en caso de ejemplares varados en las playas, su manipulación. En este caso, el personal de limpieza de playas, debe retirarlas con el empleo de guantes o palas. Los ejemplares retirados pueden ser enterrados en parcela municipal, pero no en las playas.

-Comunicar al Institut d'Ecologia Litoral cualquier observación para ser incorporada a la base de datos de la Comunitat Valenciana: 900 900 580.

-Si hay competiciones de natación en aguas abiertas o hay habilitado algún canal para la práctica de este deporte, garantizar que haya asistencia en embarcaciones de apoyo, o en su defecto suspender el evento.