A los vecinos y vecinas afectados por la ampliación de la V-21, así como a todos aquellos que están en contra de la misma, con la destrucción de la huerta que comportaría, se les acaba el tiempo. Así quedó de manifiesto cuando, el pasado 15 de junio, el ministro José Luis Ábalos declaró de urgencia la expropiación de los terrenos.

Desde entonces, la inquietud entre los afectados, que viene de lejos, se ha incrementado y ayer organizaron una concentración y marcha por los terrenos que se verían afectados para mostrar su repulsa.

Así, desde Per l´Horta, entidad organizadora, junto a la Plataforma Alboraia, Horta i Litoral, leían ayer, en la Ermita del Peixets de Alboraia, una manifiesto en el que mostraban todas sus preocupaciones. Ante ellos, unas cien personas muy heterogéneas escuchaban, algunos llevaban la camiseta de «l´horta es vida», otros habían llegado en bicicleta y los había también con sus hijos.

Desde Per l´Horta se preguntaban, en primer lugar, cómo un ministro valenciano, «de un gobierno que quiere ser del cambio», tomó esta decisión «de acelerar un proyecto que cuenta con la oposición de los ayuntamientos afectados y también de muchos vecinos».

En el manifiesto se argumentó que se destruirán « 80.000 m2 de la mejor huerta de València, así como tres edificaciones». También se reclamó que el Gobierno central «tenga en cuenta a las administraciones autonómicas y locales en los proyectos que afectan a nuestro territorio».

En esta línea, se puso de manifiesto que este proyecto «va en contra de las políticas de movilidad de la ciudad de València», que priorizan la bicicleta o el transporte público. Aunque entre los asistentes había quienes reclamaban, precisamente, la carencia de suficiente transporte público a lugares como Port Saplaya.

«Es un gasto absurdo»

Los manifestantes aseveraron que la ampliación «es innecesaria» porque «ni ha aumentado la población ni está la autovía saturada». Y, además, «es una vía segura, sin accidentes mortales». Los vecinos creen que la ampliación provocará «retenciones» y los nuevos carriles «serán un gasto multimillonario y absurdo».

También alertaron sobre dos proyectos que van incorporados a la ampliación y de los que casi no se ha hablado: «un paso para el acceso norte al puerto de València, rechazado por los vecinos y los partidos del Botánico. Y otro paso para el AVE, que todavía se encuentra en estudio, pero que el ministerio parece querer aplicar atravesando l´horta Nord». Y repartieron un folleto en el que se podían observar todas estas afecciones a la huerta sobre el plano.

De momento, dicen estar a tiempo de parar el proyecto, porque aún no se han hecho las expropiaciones, pero temen que estas arranquen de inmediato.