Fomentar el consumo de producto autóctono pero, a la vez, dar visibilidad a algún colectivo social. Consumir «clotxines» y su «agüilla» a beneficio de Asindown fue la curiosa iniciativa organizada ayer por la comisión de Bailén-Xàtiva como presentación en sociedad de su proyecto 2019 en el que, siguiendo la línea iniciada hace ahora cinco años, tanto la falla como las actividades del ejercicio están dedicadas a dar visibilidad a un colectivo.

Este año será Asindown, de la misma manera que previamente lo fueron asociaciones dedicadas al Alzheimer (la falla, rematada con una anciana sonriente que parecía vivir en otra realidad, fue un mensaje tan duro como efectivo a la hora de lanzar un mensaje de concienciación), el Parkinson, Mamás en Acción y Cruz Roja.

Aunque había tenido algunas apariciones esporádicas, la actual comisión Ferroviaria apareció como tal en el año 1972 y ya en 1973 consiguió el que es su primer y único hasta el momento primer premio de la Sección Especial, con una obra de José Martínez Mollá.

Era característico tanto el hecho de plantar la falla en el recinto exterior de la estación, así como las «mascletades» que se disparaban, y que eran un reclamo indispensable en el programa de actividades de la fiesta. Permanecieron en la Especial hasta 1991 y, desde entonces, se han movido en categorías intermedias.

Pero en estos últimos años es donde han acabado por revitalizarse con estos proyectos, en los que interviene activamente el artista Raúl Martínez Ruiz, junto con Matías Almela este año en la infantil. Y es que, aparte de alguna actividad, el propio monumento fallero de cada año es un mensaje directo y contundente del tema en cuestión.

Durante toda la mañana se fueron despachando kilos de producto de Clóchinas Emilio (viveros 7, 8 y 17). Por apenas un precio simbólico. La idea era poner en valor la solidaridad a base de abrir conchas y disfrutarlas.