«He tardado hora y media en llegar a mi sitio de trabajo cuando antes llegaba con menos de media hora», asegura un vecino de l´Eliana con su despacho en el barrio del Carmen.

«Tengo la tarjeta de residencia pero me voy a tirar dos meses fastidiado porque existe esa inseguridad de que no me dejen pasar en el control», explica después de sufrir los mismos cortes de tráfico en la semana de Fallas.

«Ahora tengo que planificarme, buscar una ruta alternativa porque cojo el coche y me pongo nervioso con tanto tráfico. Estas retenciones me hacen perder dinero y tiempo porque tengo no me puedo ir a mi casa», declara mostrando su malestar. «Estas obras son el detonante de todas las obras que ha habido en el centro en los últimos dos años», concluye.

Jesús Pintos, vecino de la calle Pintor López, explica que «estas obras me parecen oportunas y cuanto antes se hubieran hecho, mejor. Vivo enfrente de las obras y, a pesar de que llevamos un año con ellas, no me molestan porque quiero que el suministro del agua potable me llegue bien».

«La canalización del agua es muy difícil y estas obras son necesarias porque tratan sobre el agua que luego vamos a beber», aclara Francisco Javier Comes, trabajador de las Torres de Serranos. «Creo que la sociedad debe de empatizar con estas obras y no quedarse solo con las retenciones o el ruido. Se deben de hacer en verano porque es cuando menos coches circulan por el centro de València», finaliza.