En la playa de la Patacona la gente se agolpa en las barras de los chiringuitos como si de una peregrinación se tratara. Un entorno idílico sobre la arena de la playa que cuenta con sofás que miran al mar y música «chill out». Un aventura paradisiaca a escasos metros del mar. La imagen de la playa de la Malvarrosa, más masificada, es totalmente distinta porque no juega con la ventaja de los chiringuitos debido a la aplicación de la ley de costas de la Comunitat Valenciana.

«Los vigilantes de la demarcación de costas nos tienen muy controlados. Nosotros intentamos que la arena siempre esté limpia, dejamos ceniceros en las tumbonas y en las mesas y reciclamos los envases que utilizamos como marca la ley. Cumplimos todos los requisitos para que este año nos den la 'Q' de calidad turística», afirma Ismael Giménez, trabajador del chiringuito «La más bonita» de la Patacona, un local que lleva abierto cuatro años del 15 de mayo al 15 de octubre. Y, como este espacio, hay cuatro más en la costa de Alboraia que generan «más de cincuenta puestos de trabajo en total», afirma un vecino de València que acude al chiringuito de la Patacona. Amparo Font, asidua a la playa de Alboraia, manifiesta que «estos chiringuitos enamoran por su estructura elitista pero también porque están en una zona muy familiar, donde los turistas que acuden van a descansar y no de fiesta». Giménez cuenta que «el turismo de los cruceros que iba a la Malva-rosa ahora es el que le ha dado vida a la Patacona gracias a los chiringuitos en primera linea».

La zona del puerto de la Malvarrosa, donde solo existen casetas que venden helados y refrescos sobre la arena, «sigue concurrida porque están los hoteles detrás pero también nos gustaría tener un zona de confort más amplia para mejorar el servicio», afirma un encargado de las 16 casetas que hay en el litoral de la Malvarrosa.

Santiago Gómez, vicepresidente de la Asociación Hostelera de la Malvarrosa, explica que «los verdaderos chiringuitos de València son los que están en el paseo marítimo». La ley de costas es el que tiene la potestad para autorizar los locales en la arena y «con 14 restaurantes en el paseo, la ley de costas «entiende que servicio en esta playa está completo», argumenta Gómez. A la pregunta de qué le parece la generosa situación de la Patacona, el vicepresidente declara que «no es discriminatorio que ellos tengan chiringuitos y nosotros no y creo que sería un error volver a situar a estos locales en la arena después de sacarlos. El servicio de los locales de la Patacona es solo en temporada de verano y el de la Malvarrosa es permanente», concluye.