La reducción de la partida de los Presupuestos Generales del Estado para el transporte metropolitano de València ha supuesto un nuevo enfrentamiento entre los socialistas y la oposición, que se acusan mutuamente de dejar en apenas 3,6 millones de euros lo que ivan a ser 10.

El portavoz del Grupo Popular, Eusebio Monzó, recordó que este recorte se debe a que «la Generalitat tan solo aportará 3 millones de euros de los 10 que estaban acordados para financiar el transporte metropolitano de València, rompiendo el acuerdo alcanzado para que el Gobierno de España lo subvencione con 60 millones durante los próximos tres años».

Así pues, destacó «la falsedad» de las reclamaciones que el president Ximo Puig y el alcalde Joan Ribó hacían al Gobierno del Partido Popular para que destinará más presupuesto a subvencionar el transporte metropolitano de València. Cuando exigían al presidente Mariano Rajoy más dinero, dijo, «estaban mintiendo y pensando más en su interés político que en el beneficio de los valencianos, como ha quedado demostrado ahora con su negativa para que la Generalitat y el ayuntamiento aporten cada administración los 10 millones de inversión acordados para el 2019».

El «último engaño»

Del lado contrario, el secretario de Áreas Metropolitanas del PSPV-PSOE, Juan Antonio Sagredo, criticó también «el engaño» de los 10 millones de euros para la Autoridad de Transporte Metropolitano porque el aporte neto no llegará a los 3,5 millones. Y denunció que la aprobación de la enmienda, «promovida por la derecha», es «la última herencia envenenada de PP y Ciudadanos».

Sagredo recordó que la aportación de las administraciones territoriales al transporte metropolitano es superior a 150 millones de euros y defendió que la cantidad que debía haber sido aprobada es la que reclamó el PSOE, 38 millones de euros. «Sin embargo, PP y Ciudadanos votaron a favor de una enmienda que impedirá la mejora sustancial del transporte en 60 municipios», lamentó.

«El engaño viene camuflado en los presupuestos generales del Estado porque a los 10 millones hay que restarle la aportación que ya recibían València y Paterna, que ascendía a 6,5 millones de euros, por lo que el aporte neto no llega a 3,5 millones», señaló. Sagredo cree, pues, que «somos los valencianos quienes debemos volver a tirar del carro para tener lo que nos merecemos».