El dueño del local clausurado en junio por el Ayuntamiento de València que acumulaba infracciones "muy graves" y era considerado "conflictivo" por esta Administración tacha de "falsos" los argumentos para ejecutar esa medida y denuncia el "acoso y maltrato" policial y consistorial que, según asegura, sufre "a diario" desde hace tres años.

En declaraciones, Ricardo Insausti, del café-bar y restaurante "El rinconcito de Deicy" que dirigían desde hace ocho años en la calle Juan de Aguiló del distrito de Patraix, ha respondido así a la decisión de la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, de clausurarlo y que hizo pública el Ayuntamiento en un comunicado el pasado 2 de julio.

En él se argumentaba que en ese local se usaban medios sonoros y audiovisuales sin autorización, se permitían y toleraban actividades ilegales, se incumplían medidas de evacuación y se negaba la entrada a agentes o inspectores.

Sin embargo, Insausti asegura que en su local "nunca" se ha permitido acciones penalmente ilícitas, se han incumplido las medidas de seguridad ni se ha negado el acceso a agentes de la autoridad.

También critica haber tenido que pagar "injustamente" sanciones, defiende que tiene el seguro en vigor y remarca que "nunca" han tenido "ninguna denuncia, ni acta ni sanción" por utilizar medios audiovisuales o negar la entrada a la Policía.

Asimismo, niega que su local genere ruidos -comparten pared con una mezquita que, según Insausti, "jamás" se ha quejado- y achaca este cierre, ordenado el pasado 12 de junio, a la presión que ha podido ejercer sobre el Ayuntamiento alguna asociación de vecinos.

El dueño del restaurante asegura a EFE que su local abría de ocho de la mañana a diez de la noche para negar que fuera un club de ocio nocturno y que han recurrido todas las multas que les ha impuesto la Policía Loca en los últimos tres años, así como la orden de cierre.