Las dificultades que vive l'Albufera ante su escasez de agua obliga a que se produzca una aportación urgente de este recurso para
su supervivencia. En concreto, para recuperar el lago, sería necesario que se aumentara el agua dulce recibida hasta mínimo 250 hectómetros aproximadamente, una cifra que en la actualidad permanece muy lejana.