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Medio ambiente

Un experto estima que "la solución a l'Albufera pasa por tener agua dulce en calidad y cantidad"

Herminio Boira destaca que sin este primer paso cualquier intento por preservar el ecosistema de la laguna resultará inútil

Limpieza y dragado de una de las acequias de l'Albufera, en una imagen de archivo. levante-emv

La falta de agua dulce en l'Albufera preocupa -y mucho- a pescadores y agricultores que tienen en este ecosistema su medio de vida. En un momento en que el lago valenciano vive una de las peores circunstancias de su historia, el presidente de la Comunidad de Pescadores del Palmar, José Caballer, explicaba ayer a Levante-EMV la necesidad de establecer «un plan urgente que limpie y drague la Albufera» como forma de evitar que perjudique «a los cultivos y sea imposible revertirlo». Sin embargo, el barro es solo uno de los pilares que pone en serias dificultades el futuro de esta gran masa de agua.

En un entorno en el que la salinización de la laguna se está produciendo a pasos agigantados, la falta de agua dulce que contrarreste este fenómeno -escasa en calidad y cantidad- preocupa seriamente a los actores implicados, que no ven una solución viable y duradera en el horizonte. Así lo percibe Herminio Boira, botánico y profesor emérito del Departamento de Biología Vegetal-Botánica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), quien asegura que el primer paso a dar en l'Albufera es el de «tener agua dulce en calidad y cantidad suficiente» para que pueda subsistir.

Para el experto, sin esta medida urgente, cualquier otro intento que se desee realizar acabaría resultando «inútil». «Conseguir una aportación de agua dulce es esencial para el futuro», destaca Boira, enfatizando también que el dragado del barro sin la dotación de agua -aunque resultaría muy costoso- «ayudaría, porque permitiría eliminar el barro y conseguir recuperar la arena del fondo de l'Albufera», un factor «con el que se ganaría algo de pureza, pero solo serviría como solución a corto plazo».

Evitar la colmatación

La situación del lago obliga, según el botánico de la UPV, a tomar medidas que atajen el problema en un periodo corto de tiempo. En caso contrario, Boira percibe que podría llegar a producirse la colmatación de la laguna, lo que implicaría que esta se llenara de materias sólidas, convirtiendo l'Albufera en una especie de gran barrizal, donde la flora y fauna se reduciría aún más.

En la actualidad, las especies que en un origen mantenían como un foco de biodiversidad l'Albufera, se mantienen con una gran dificultad. Sus aguas se han visto muy mermadas por los efectos que desde hace décadas ha generado la contaminación, proveniente especialmente de los cinturones industriales de la capital del Túria cuyo origen se remonta a la década de los 70.

« De las 23 especies de hidrófitos -plantas y algas acuáticas- que había en l'lbufera, solo quedan tres. Esta es la base de la pirámide, por lo que si desaparecen ya aquí, afecta al resto del ecosistema», argumenta Boira.

Es por ello que la nueva dotación de agua, que deberá provenir del río Xúquer, resulta esencial para preservar el ecosistema. «La falta de agua dulce provoca que pueda entrar la salada y que los contaminantes afecten más», resalta el botánico. El futuro de l'Albufera pende de un hilo, el de los hectómetros necesarios para poner la primera piedra del camino hacia su futura supervivencia.

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