Los vecinos del barrio del Cabanyal-Canyamelar presentaron ayer una queja al Síndic de Greuges denunciando «los graves problemas de convivencia e incivismo que de forma reiterada , constante y persistente» han sufrido en el «ámbito privado y familiar».

La reclamación, efectuada por el Grup d'Ajuda Mútua y apoyado por la plataforma Salvem El Cabanyal- Canyamelar y la Associació de Veïns del Cabanyal-Canyamelar, es el último paso de «una larguísima cadena de reuniones, promesas, comunicados, actuaciones reivindicativas,etc» llevadas a cabo por los vecinos de la zona.

En el texto, los denunciantes recogen que sus peticiones al Síndic van «en defensa de nuestro derecho a la intimidad en el hogar, nuestro derecho a la salud física y mental afectada por la falta de descanso» que los vecinos afirman que afecta «en nuestro trabajo, estudios o tareas cotidianas». Asimismo, en el comunicado, también se recoge que se han agotado «todas nuestras posibilidades» por lo que «acudimos a usted con la esperanza de que pueda ayudarnos en la medida de sus posibilidades a paliar nuestra dramática situación», debido a que las actuaciones que se han llevado a cabo por parte de los vecinos en los años anteriores han tenido «un resultado nulo».

Una zona «asediada»

El problema que denuncia la asociación comenzó hace 20 años, momento en el que se aprobó un plan que suponía el derribo de más de 1.600 viviendas. Ante este proyecto, los vecinos sufrieron «un planificado asedio» en el que mucho residentes «resistieron en sus casas, mientras que otros las abandonaron a su suerte» lo que fue clave para el deterioro sufrido en el barrio.