Una carnicería, un bar y el añejo Horno de San Francisco. Edificios representativos de un Benimàmet de otra época que empezó a ser derribado en el día de ayer. No tenían más valor que el sentimental de un tiempo pasado. No eran edificios singulares, sino todo lo contrario: hacía años que habían dejado de despachar, se deterioraron y se habían convertido desde hace tiempo en un foco de marginalidad en el que la delincuencia campaba a sus anchas. Las casas, expropiadas ya por el ayuntamiento y con los avisos de derribo, pasarán a ser historia dentro de un proceso de regeneración integral de la «zona cero», un verdadero agujero negro en el barrio de las Carolinas y que va a cambiar radicalmente su cara, convirtiéndose en lo que allí llaman «El Parque de Cabecera del Parque Lineal», jugando con el parecido que tiene con el Jardín del Turia.

Se trata de una vieja reivindicación del barrio, tomada por la nueva alcaldía pedánea, que se ha materializado con fondos de la Diputación y el visto bueno de las concejalías de Pobles y de Urbanismo. A partir de ahora, la parcela que recaía a dos espacios emblemáticos como el Velódromo Lluis Puig y Feria València se convertirá en un jardín y un espacio deportivo mientras que, al otro lado de la calle Campamento, también se reformarán las parcelas del polideportivo de Benimàmet para, finalmente, dotar de una nueva zona verde y deportiva al barrio.

Los derribos tuvieron que interrumpirse por aparecer una acometida de luz, pero los primeros edificios ya han caído. «Es el primer paso de un proyecto buscado desde hace mucho tiempo por los vecinos y por esta alcaldía» aseguraba el pedáneo, José Melgares. «Y no podemos negar que la zona se había convertido, desde hace demasiados años, en un problema y ha sido fundamental la colaboración de las concejalías». El particular parque de cabecera «ya está licitado y la empresa tiene que venir a enseñarnos el proyecto», que será una obra que «va a cambiar para bien la cara de las Carolinas».