En la tarde de ayer, a la tradicional imagen de los diferentes vendedores de arte ambulante que se ubican en los alrededores de la Catedral de València, se unían también unos objetos inesperados. En la puerta de la Junta Municipal de Ciutat Vella, situada en la calle Micalet, cuatro colchones descasaban en las escaleras sin ningún cartel que indicara el momento de su recogida.