Una vivienda desvalijada cada tres horas. Casi un cuarto de millar en los 31 días de julio. Son las alarmantes cifras de robos con fuerza en viviendas que ha registrado la ciudad de València en el mes que acaba de terminar y que han disparado las alertas hasta el punto de que los máximos responsables de la Jefatura Superior de Policía de València han puesto en marcha un dispositivo especial para intentar frenar la oleada.

Aunque el verano suele ser el peor trimestre en esta especialidad delictiva, precisamente porque muchos hogares quedan vacíos por largos periodos de tiempo al irse sus dueños de vacaciones, el aumento registrado en julio está fuera de las cifras conocidas hasta ahora y han llevado la alerta incluso hasta el Ministerio del Interior y a la Delegación del Gobierno, que está tratando de analizar el fenómeno.

De momento, la jefatura ha destinado a decenas de agentes de policía judicial de las comisarías de distrito y de la brigada al dispositivo especial de prevención de robos en domicilios, y ha ordenado a todas las patrullas uniformadas de Seguridad Ciudadana que conviertan en prioridad la detección de posibles ladrones.

Además, se ha implicado en ese dispositivo a las brigadas de Policía Científica, con la orden expresa de dar prioridad a las inspecciones oculares de todos los pisos en los que se haya denunciado un robo con fuerza, y Extranjería, para atender de manera inmediata cualquier comprobación de documentación sobre un vehículo o un grupo sospechoso de personas, principalmente los procedentes de determinados países del Este.

Bandas recién llegadas

En principio, la Policía trabaja con la convicción de que buena parte de esos robos los están cometiendo grupos pequeños pertenecientes a varias bandas de origen georgiano.

En este sentido, todo apunta a que es la consecuencia más inmediata y evidente del gran golpe que agentes del grupo II de Crimen Organizado de la Unidad central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), el grupo de Robos de la Jefatura Superior de Policía de València y la Unidad Central de Crimen Organizado de los Mossos d'Esquadra propinaron a finales de junio a las mafias rusas asentadas en España, principalmente en València, donde fueron arrestados más de 30 integrantes de al menos tres clanes comandados por sendos jefes, los temidos Vor v Zakone.

Aunque València parece haber registrado uno de los incrementos más altos, al parecer, no es un fenómeno restringido al “cap i casal”. Así, analistas de la comisaría general de Policía Judicial están intentando establecer conexiones y delimitar cuántas bandas, principalmente de ladrones procedentes de Georgia, están actuando en el sur y este de España, así como en Madrid, los puntos donde los robos en viviendas han aumentado de manera más extraordinaria durante este verano.

Además de establecer modus operandi, horarios y zonas de actuación para ajustar los planes de prevención como el que se desarrolla en València, los analistas tratan de encontrar un porqué. De hecho, contemplan como una de las razones de ese incremento que los nuevos grupos de mafias rusas enviados a España tras el golpe policial de junio, que desmanteló las redes de robos en pisos asentadas en València desde hacía años, hayan llegado con una especial hiperactividad, no solo a la franja litoral mediterránea, sino también a Murcia, Andalucía, Cataluña y Madrid.

En el caso de València ciudad, el incremento en el número de robos con fuerza en domicilios acumulado hasta el 30 de junio, según el último balance de criminalidad publicado por Interior hace apenas una semana, era de un 9 % lo que da una idea de cómo se ha disparado ese tipo de delito, que ahora se ha disparado hasta cerca del 80 %.