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Plan de obra

El ayuntamiento pide desviar una tubería para evitar la ocupación de 40 ha de huerta

La Concejalía de Agricultura presenta un informe a la EMSHI en el que propone que se use el antiguo lecho del río Turia para construir la canalización - La obra costará 43,7 millones de euros y afectará a los campos de cultivo durante 36 meses

Vista general de la Partida de Dalt de Campanar que se vería afectada por la construcción de la tubería. germán caballero

El Ayuntamiento de València ha remitido un informe a la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) en el que solicita que paralice y revise el plan de obra que prevé una nueva canalización de agua que afectaría a más de 40 hectáreas de la huerta productiva de Campanar. Ante el rechazo de los agricultores afectados por esta importante infraestructura, la Concejalía de Agricultura, Horta i Pobles de València ha tomado la iniciativa para proponer un nuevo trazado con mínima afección sobre los campos de cultivo que discurriría por el antiguo lecho del Turia. El mismo estudio se remitirá en breve a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) con la intención de que esta entidad dé su visto bueno el uso del suelo del antiguo río Turia para canalizar la nueva tubería.

Se trata de unas obras previstas desde hace muchos años desde la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de la Presa, en Manises, a la red metropolitana de distribución de agua en alta.De hecho ya se ha ejecutado el tramo I y está en obras el II. El tramo III, entre la N-220 hasta Mislata y València, es el que está pendiente de construir, ya que se han de realizar expropiaciones para soterrar la canalización, que en el trazado del proyecto ocupa 42.544 metros cuadrados de la huerta de Campanar. El coste de los trabajos está presupuestado en 43,7 millones de euros y 36 meses para su ejecución. Con esta nueva tubería se quiere minimizar el riesgo de desabastecimiento ante un eventual problema con el sistema actual.

El presidente del EMSHI y concejal de Desarrollo Urbano de València, Vicent Sarrià, se reunió en marzo de este año con los agricultores afectados y se mostró muy receptivo a las demandas de los labradores, a los que sugirió presentar alegaciones al proyecto antes de que éste se ejecutase.

Ahora es una compañera de gobierno suya de corporación, la edil de Agricultura Consol Castillo, la que recoge el guante y a instancias del Consell Agrari Municipal, ha presentado un informe en el que solicita un nuevo trazado para la tubería que tenga menor impacto sobre la agricultura de la Partida de Dalt de Campanar, altamente productiva.

«Aunque en el proceso administrativo del EMSHI están previstas indemnizaciones a los agricultores por las expropiaciones y la pérdida de sus cosechas, el problema no lo es tanto para los propietarios, sino para los arrendatarios. Muchos de los terrenos están arrendados y con una afección tan grande algunos agricultores estarán meses sin trabajar», explicaba la concejala a este periódico.

Hay que tener en cuenta que se han previsto zanjas de 10 metros de ancho para construir la nueva tubería, a lo que hay que sumar el espacio que ocupará la maquinaria para realizar los trabajos.

Sin informe ambiental

Según consta en el informe de la concejalía, el brazo cruza en diagonal la partida de Dalt de Campanar y «genera numerosas afecciones sobre la actividad agrícola de la zona (tanto durante la ejecución de las obras como posteriormente). Estas afecciones, según las personas afectadas y del técnico que subscribe el escrito, «no se justifican cuando existen alternativas de trazado que minimizan el impacto sobre terrenos productivos». «La nueva propuesta consistiría en ejecutar ese brazo por el antiguo lecho del río Túria (actualmente sin funciones hidráulicas desde la ejecución del Plan Sur)».

El informe de la concejalía recuerda que el procedimiento de evaluación ambiental del proyecto en su conjunto «se hizo sin incluir este trazado, hecho que supone, de manera clara, una modificación sustantiva del proyecto y que obligaría a reiniciar el procedimiento de evaluación ambiental o a dejar en suspenso la ejecución de este brazo hasta que se procediera a evaluar su impacto ambiental incluyente en el procedimiento de evaluación otras alternativas».

También recuerda que aunque la Llei de l'Horta es posterior a la redacción de este proyecto «sería un gesto de coherencia de la acción de la administración adaptar el trámite administrativo a la nueva Ley y en cualquier caso buscar soluciones de trazado alternativo que minimizan el impacto sobre l'Horta y la actividad agraria», como prevé la nueva norma.

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