La empresa de masajes Hidrópolis Spa S.L. ha dejado de ofrecer sus servicios en los gimnasios de Activaclub situados en Nou Mestalla y Aqua desde finales de julio. Según ha podido saber Levante-EMV a través del abogado que ayuda a las «más 1.000 personas» afectadas por el caso de Hidrópolis, «son más de 50.000 euros estafados en estos dos centros de València», explica.

El letrado relata que «la empresa vendía los cupones, que oscilaban entre 30 y 100 euros, pero no daba la oportunidad de canjear la totalidad de esos servicios en el gimnasio. La coordinadora explicaba que estaban de obras y citaban otro día a los clientes. Así funcionaron desde principios de este año hasta que cerraron y se marcharon con el dinero en julio». Hidrópolis, dice J. C. R., «empezó a poner pegas en enero de este año y, definitivamente, cerró sus puertas en julio».

El mencionado organismo, con la sede fiscal en Palma de Mallorca, no coge los teléfonos ni contesta a los correos pero manda un mensaje que también expone en su página web: «Estimado cliente, lamentamos comunicarle que la empresa se ha visto obligada a paralizar temporalmente la prestación de sus servicios. Estamos trabajando para llegar a una solución a la mayor brevedad posible.Cualquier cita que tuviera concertada en nuestro spa queda anulada, si bien, la caducidad de los bonos se paralizan temporalmente».

Varias extrabajadoras de Hidrópolis en el gimnasio de Aqua aseguran a este periódico que «nos pagaban cuatro meses tarde y, ahora, nos deben esos cuatro últimos meses trabajados», explican.

«Estábamos desprotegidas»

Otra terapeuta a la que despidieron declara que «utilizábamos aceite de girasol para hacer los masajes cuando ponían en el anuncio que eran aceites del Mar Muerto. Las cremas que empleábamos también estaban compradas en un supermercado porque no teníamos proveedor», aclara. Sobre su situación laboral, las trabajadoras aclaran que «hemos sufrido hongos en los pies y en las manos porque no podíamos obligar a los clientes a que se ducharan. Estábamos muy desprotegidas», sentencian.

«Las instalaciones eran pésimas. Había gente que se cortaba con los azulejos despegados de las piscinas o entraban al agua con un foco de luz que se había descolgado del techo. Hidrópolis regalaba nuevos bonos a la gente que sufría estas complicaciones», aclara el grupo de terapeutas.

Una recepcionista del Activaclub de la avenida de les Corts Valencianes manifiesta que «esta empresa de hidroterapia utilizaba las instalaciones de nuestro gimnasio pero no tenemos nada que ver con ellos». El propietario de Activaclub, cuya razón social es Valentia Spa & Sport S.L., «es familiar de los administradores de la empresa Hidrópolis», según apuntan los afectados. La policía ha recibido más de 300 denuncias sobre este hecho y ya las ha dirigido como caso conjunto al Juzgado de Instrucción número 7 de València. Del mismo modo, la Unión de los Consumidores de la Comunitat ha informado a todos los afectados de sus derechos como personas consumidoras ante la cancelación de los servicios. «Estamos intentando que la empresa dé una respuesta a través de la vía judicial», argumenta Inglada, secretario de la UCE.