La polémica por la no autorización de los festejos taurinos en los pueblos del norte de València -los cuales son pedanías de la ciudad- vivió ayer un nuevo episodio. El concejal de Hacienda en el consistorio, el socialista Ramón Vilar, ha reabierto viejas grietas en el frente unido del tripartito al censurar la decisión que se tomó en el pasado pleno del 26 de julio de rechazar la recuperación de las celebraciones del «bou embolat» y el «bou en corda» en los pueblos del norte de la capital del Turia.

Durante el debate y posterior votación en el hemiciclo valenciano -en los que se discutía la iniciativa proveniente de la Junta Municipal de Pobles del Nord- el edil socialista fue el único miembro del tripartito formado por Compromís, PSPV y València en Comú que se ausentó del mismo -y por tanto no votó en contra de la propuesta, rechazándose finalmente la iniciativa pese a los votos a favor del Partido Popular y la abstención de Ciudadanos.

Vilar, que ha defendido en varias ocasiones su condición de taurino y su negativa a que los «bous al carrer» estén prohibidos -ausentándose en aquellas ocasiones en las que se ha debatido-, lamentó que en este asunto sus socios de gobierno pongan por delante «el ultranimalismos a las peticiones de los pueblos» y destacó que si en el futuro se repite esta votación para devolver los festejos taurinos a las localidades vecinas a València ejercerá «su libertad de voto» para respaldarlos.

En la próxima votará a favor

«Me disculpo, incluso por haber salido -del pleno- y garantizo que la próxima vez haré uso de mi libertad de voto y votaré a favor de lo que venga de la Junta Municipal», destacó Vilar, calificando como «despropósito» que esta iniciativa se tumbara en el pleno, ya que los municipios «merecen el mayor de los respetos». «Estas resoluciones, las haya votado quien las haya votado, reflejan el sentimiento» de una parte de la ciudadanía y están relacionadas con «pedanías con unas características determinadas, concretas y diferenciadas», explicó el concejal socialista.

Asimismo, el edil explicó que los miembros del tripartito saben su posición respecto a la votación, negando que este tema pueda generar malestar en el gobierno municipal porque son «cuestiones de índole personal o cultural» en la que no se vota «en contra de los presupuestos o de un plan urbanístico», insistió.

Por otro lado, el edil también destacó que muchos concejales y alcaldes de poblaciones taurinas de l'Horta Nord, del Camp de Morvedre o de la provincia de Castelló están «muy preocupados» por el «empecinamiento» contra los festejos taurinos.

«Hay alcaldes que se pueden jugar las elecciones con estas bromas», señalando a su vez que hay mucha gente joven del PSPV y del Bloc «que son los que forman las peñas taurinas de los pueblos». Por ello, Vidal recalcó que el debate en torno a los festejos taurinos «no tiene sentido» y que «no debería politizarse».

Un debate acalorado

El pasado julio, el hemiciclo vivió uno de los momentos más tensos de la jornada con la propuesta de la recuperación del 'bou embolat'. El debate comenzó ya acalorado, con la bancada popular pidiendo saber qué miembro del gobierno había traído el punto de la Junta Municipal al pleno y el alcalde Joan Ribó explicando que no procedía de ninguno de ellos.

Sin embargo, fue durante el debate cuando diversos colectivos a favor y en contra de los festejos defendieron sus posturas, los primeros poniendo como ejemplo otros deportes o actividades no prohibidos como la hípica y los segundos apelando al sufrimiento de los animales, unas afirmaciones a las que siguió el cruce de reproches entre gobierno municipal y oposición ante un tema en el que Ramón Vilar ha vuelto a abrir una brecha en el frente unido del tripartito.