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Urbano

Murales que iluminan el Carme

La calle del Moret o «de los colores» alberga algunas de las obras de arte urbano más importantes de la ciudad de València

Murales que iluminan el Carme

Cuando se pasea por el centro de la ciudad, cualquier visitante primerizo puede observar, entre otros lugares con encanto del «Cap i Casal», la imponente mezcla arquitectónica presente en la Catedral de València, el interior histórico -considerado como patrimonio de la humanidad por la Unesco- de la Lonja de la Seda o perderse entre las siempre atractivas y singulares calles del barrio del Carme, un espacio con casi diez siglos de historia que creció entre la muralla musulmana del siglo XI y la nueva fortificación cristiana del siglo XIV.

Sin embargo, este barrio histórico también esconde entre sus calles espacios no tan conocidos por aquellos que deciden venir por primera vez a visitar la ciudad o los residentes que no saben algunas de las maravillas artísticas que esconden sus paredes. Este es el caso de la calle del Moret, una vía ubicada en pleno corazón del barrio histórico donde los murales presentes en varios de sus edificios sorprenden a propios y extraños. Estas obras artísticas urbanas le han hecho ganarse el sobrenombre de «la calle de los colores» debido a gran la variedad cromática presente en los diferentes murales de la zona.

La idea inicial de decorar los muros de esta vía valenciana vino por parte del fotógrafo Alfonso Calza -quien tiene su estudio en la misma calle- con el objetivo de poder iluminar para los vecinos esta zona de València que en las últimas décadas había visto como la degradación por el paso del tiempo y la actividad humana se abría paso como la principal característica.

Así nacieron hace dos años, con el apoyo de algunos artistas urbanos como Zíngaro, Deih y Capiflex y el pintor Luis Lonjedo, más de 60 metros de murales, basados la mayoría de ellos en fotografías de Calza, que todavía hoy decoran este espacio valenciano. Un hombre tocando la batería, una pareja de enamorados paseando en otoño por un bosque de Bremen o una chica que descansa sobre una de las barandillas de un puente veneciano son algunos de los tesoros que alberga la calle de los colores valenciana.

Sin embargo, es el beso entre dos jóvenes -con el consiguiente mensaje para que quien lo vea lo repita- el que más miradas atrae desde su creación, convirtiéndose en un símbolo de toda una calle donde el color es y será la luz que vuelve a iluminar el Carme.

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