Los trenes pasan en la vida cuando pasan. Y a Gema Ordaz, el de las pruebas con el jurado hace parada con los 28 años recién cumplidos y mucha vida recorrida. En lo laboral trabaja en la agencia de publicidad Digital Menta. «Es una marca València, que iniciaron dos chicos que trabajaban en Google Irlanda y decidieron fomentar el sector de la publicidad en una ciudad emergente como la nuestra. Somos top uno en agencias de performance en València y top tres de España. Llevo la parte de social media, afiliación y performance». Al que llegó tras trabajar en Madrid. «Estuve haciendo curriculum allí años atrás. En València el mundo de la publicidad estaba empezando y necesitaba una base para poder despegar».

En la fallero hizo mudanza a tierra conocida. «Soy fallera toda la vida. Primero fui de Santiago Rusiñol, la falla de debajo de casa, donde mis padres tenían los amigos, mi hermano, también yo tenía grupo? pero tenía mucha relación con la falla Ferroviaria porque mis tíos son fundadores de la comisión». Recuerda a Benjamín Pardo «que faltó el año pasado» y Marina Álvarez (ésta última, la hermana de otro histórico, Paco Álvarez) y la costumbre de «ir a comer siempre el 19 de marzo» y, llegado el momento, «querer compartir con mi prima su reinado de fallera mayor». Y ya se quedó.

Su propio reinado tiene mucho de acto de vida. «De pequeña pasé una leucemia y le pedí a mi madre que si salía de aquello, sólo quería ser fallera mayor. Me prometió que sería 'por todo lo alto' y todo se ha cumplido». Eso sí, se ha hecho de esperar hasta los 27 años «pero me ha venido bien para llegar con tablas laborales, que te llevan a vivir la experiencia desde otra perspectiva. Y lo he disfrutado de verdad». Fiel defensora, lógicamente, de la fallera mayor madura. «Yo me he hecho cargo de los trajes, de ir a peinarme, a maquillarme?» y pensando en aspirar a la corte, lo mismo. «Afortunadamente, estoy dentro del baremo de edad. Y estoy de acuerdo que las representantes de la fiesta y de la ciudad, que a la hora de la verdad es lo mismo, lo defiendan a base de madurez».

Sus padres llegaron a València de niños, procedentes ella de Granada y él de Jérica. Y ahí le viene otra vinculación de alto nivel. «Veraneo en Jérica y toda la gente de nuestra edad en el Alto Palancia nos conocemos. Por eso, yo ya conocía a Rocío Gil, porque ella veranea en Segorbe. Me alegré mucho que saliera elegida fallera mayor. Es muy bonito que la fallera mayor de tu año sea alguien a quien conoces. ¡Me dio un abrazo cuando salí preseleccionada?!». Como fallera mayor de la Ferroviaria, ha podido disfrutar de falla y solidaridad todo en uno. «Llevamos ya cinco años con proyectos solidarios. Este año estaba dedicada a la Cruz Roja y me ha servido para aprender mucho. He conocido una organización que creía que era para salvaguardar playas, conducir las ambulancias? pero es medio ambiente, servicios sociales, laborales, para la mujer? profesionales increíbles, que podrían estar cobrando un dineral en otros puestos de trabajo. Y también me llamó la atención los jubilados que acuden a ayudar con su experiencia laboral de forma desinteresada».