El Ayuntamiento de València parece haber incrementado su presión sobre los propietarios de solares del casco antiguo y ahora le ha tocado al turno a la enorme parcela situada en la calle Salvador Giner, junto al casal de la falla Na Jordana, en la que hace unos años se descubrieron los restos de un molino islámico. El consistorio le da seis meses a sus propietarios para pedir licencia de obras, edificar y conservar el molino. Y de no ser así, el solar será incluido en el registro de solares, construido a iniciativa propia o subastado.

El citado solar tiene una superficie cercana a los 2.000 metros cuadrados y sus propietarios ya recibieron en el año 2002 la orden de solicitar licencia y edificar en un año. No obstante, la situación no se resolvió y posteriormente, con el cambio de normativas, la aparición de los restos de un molino islámico y la disposición del nuevo gobierno municipal de priorizar la construcción de solares de Ciutat Vella, El Cabanyal y Russafa, se ha vuelto a la carga.

Tras dar audiencia a la parte interesada, el pasado 11 de junio se aprobó una resolución por la que se ordena la solicitud de licencia en el plazo de seis meses para construir en este lugar. La mercantil propietaria del solar presentó un recurso aludiendo al estado del molino, las resoluciones municipales o la publicación de las mismas, pero finalmente el Ayuntamiento de València ha desestimado esas apelaciones y ha confirmado su orden inicial.

De no cumplirse, el solar entrará en el Régimen de Edificación Forzosa, lo cual permite que cualquier persona pueda promover la edificación en este lugar. Así mismo, el ayuntamiento podrá expropiar y edificar por su cuenta. Y en última instancia, si no prosperan ninguna de estas fórmulas, se podrá sacar a subasta.