El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, defendió ayer el plan parcial del Grao, reformulado por José María Tomás, y aseguró que el paseo elevado que se ha incluido como solución para sortear las vías no será un viaducto sin más sobre las vías como planteó el anterior gobierno del PP. El concejal no quiso dar más detalles de la propuesta que aseguró será una solución de calidad urbanística. El paseo elevado ajardinado que se contempla en el nuevo diseño tendrá diferente altura. En su parte más baja (en la salida del túnel ferroviario a la altura de la avenida de Francia) el desnivel será de apenas medio metro, mientras que en la parte más alta, alcanzará 6,5 metros.

Sarrià destacó sobre las críticas a la exclusividad de este desarrollo urbanístico que «de entrada no es ninguna bicoca» por las elevadas cargas urbanística que tiene. Unas cargas que los urbanizadores querrán recuperar en parte y que repercutirá en el precio de la vivienda. Con todo la intención del ayuntamiento es garantizar un porcentaje de vivienda de protección oficial del 30%. El porcentaje de vivienda asequible es uno de los principales reparos que ha puesto la portavoz de València en Comú, María Oliver, al nuevo planteamiento. Sarrià confío en poder llegar a un consenso con sus socios de gobierno en este sentido.

Lámina de agua

El concejal de Desarrollo Urbano apuntó que el ayuntamiento quiere dar prioridad a la ejecución del tramo final del Jardín del Turia, en la actualidad un espacio degradado donde todos los años se repiten episodios de mortandad de peces por el arrastre de aguas negras cuando llueve con intensidad. La solución hidráulica es clave para poder desarrollar este sector y el futuro Parque de Desembocadura, uno de los grandes proyectos de esta legislatura. Para resolver el problema de la cloaca del final del Turia, el ayuntamiento ha optado por la construcción de tres depósitos de tormentas (ubicados en el Grao, la calle Ibiza y Cantarranas). Estas infraestructuras permitirán recoger y bombear las primeras aguas de lluvia, las más contaminadas y las que ocasionan mortandad de peces y malos olores al final del Turia, hasta la depuradora de Pinedo. El ayuntamiento se ahorra así el coste colector norte (presupuestado en más de 40 millones de euros) y puede desarrollar la urbanización del Grao en paralelo al desarrollo del jardín del Turia.

Solventado el problema de los vertidos puntuales al tramo final del Turia, la idea es recuperar la lámina de agua desde el Oceanogràfic hasta el puente de Astilleros.