El Centro Arqueológico de la Almoina, situado detrás de la Basílica de la Virgen y considerado el espacio más importante de la ciudad por albergar los restos de su fundación en el año 138 antes de Cristo, está dando la entrada gratis a sus visitantes porque no funcionan la mayoría de los sistemas audiovisuales. Según pudo comprobar ayer este periódico, apenas funcionan media docena de las veinte pantallas distribuidas por todo el recinto, material que el ayuntamiento ha anunciado que renovará en su integridad pero que no ha hecho hasta el momento.

El Centro Arqueológico de la Almoina fue inaugurado en 2007 para albergar los restos fundacionales de València. La superposición de épocas en un mismo espacio complica mucho la interpretación de los restos, por lo que fue necesarios incorporar potentes sistemas audiovisuales para entender los contenidos. En su día fue considerado uno de los museos más punteros de Europa.

El paso del tiempo, sin embargo, ha hecho mella en los equipos y en los últimos años han ido cayendo en cascada. En el año 2016, con el nuevo Govern de la Nau, se repararon los aparatos averiados, con un gasto de 13.800 euros, pero el verano pasado ya habían dejado de funcionar de nuevo más de la mitad de los mismos.

En aquel momento se explicó que los sistemas ya habían quedado obsoletos y que era necesario cambiarlo todo, lo que exigía un gran presupuesto. Pero a día de hoy eso no ha ocurrido y la situación es crítica. Tanto que los responsables del museo han decidido dar entrada gratuita a los visitantes debido a la precaria situación del recinto.

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Todo parece indicar que esta gratuidad se prolonga ya un par de semanas y ayer mismo este periódico comprobó directamente el momento que vive la Almoina, por supuesto sin necesidad de pagar. Pocos, muy pocos equipos audiovisuales estan en funcionamiento. Muchos tienen encendidas las rotulaciones, pero no las pantallas. Y en muchos casos son esenciales para entender donde estaba el circo, las calles, el foro o el baptisterio de la antigua ciudad. Abordan incluso situaciones tan importantes desde el punto de vista demográfico como las epidemias o los ritos sagrados. El escaso público que ayer había en el museo (recibe al año unas 70.000 visitas) sí podía disfrutar de los restos de cerámica y otras piezas de gran valor que hay en las vitrinas.

Antes del problema de los audiovisuales, la Almoina ya ha tenido también graves problemas con la lámina de agua que hace visible el complejo desde la plaza exterior. Las filtraciones deterioraron algunas partes del recinto arqueológico.