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Pobles del Nord

Las tres islas del "cap i casal"

Cases de Bàrcena, Mauella-Tauladella y la marjal de Rafalell i Vistabella son los tres únicos territorios de la ciudad separados físicamente de ella

València, con sus 19 distritos y 87 barrios, cuenta con una pequeña «anomalía» en su término municipal, o quizá habría que referirse a ella como una «genial singularidad». Tres de los territorios de la ciudad están separados físicamente de ella. Las pequeñas poblaciones de Cases de Bàrcena, Mauella-Tauladella y la marjal de Rafalell i Vistabella (con un pequeño tramo de playa incluido) son las tres «islas» del «cap i casal». Se encuentran enclavadas entre otros municipios, pero pertenecen a València y dependen administrativamente de ella. Son tierras de huerta y marjal de gran valor histórico y etnológico pero que históricamente han sido maltratadas por la ciudad a la que un día se unieron para tener un futuro mejor.

Cases de Bàrcena es el núcleo más habitado, con 345 personas empadronadas; además es el más cercano a València. Se trata de un grupo de alquerías dispersas en la huerta, aunque con el paso de las décadas se formó un pequeño casco urbano a ambos lados de la carretera de Barcelona. Limita al oeste con Vinalesa y Bonrepòs i Mirambell, al norte con Foios, al este con Meliana y al sur con Almàssera. Al contrario que otros pueblos incorporados a la ciudad, Cases de Bàrcena «siempre ha formado parte» del «cap i casal», según explica Carles Verdeguer, historiador y alcalde de Massarrojos, otro de los Pobles del Nord de València. «Cases de Bàrcena, y también la marjal de Rafalell i Vistabella vienen de la época del Repartiment del rey Jaume I. Tras la reconquista se hizo el reparto de las diferentes tierras y éstas quedaron bajo el dominio del rey, aunque durante los siglos ha cambiado su estatus administrativo, dependiendo de a qué orden religiosa se le pagara el diezmo de la época», explica Verdeguer.

«Así pues, cuando València adquirió entidad propia y se creó su estructura política a través del ´comú´, no hubo que hacer nada, ya que Cases de Bàrcena ya pertenecía a la ciudad, al igual que otros territorios de huerta como Poble Nou», aclara Carles Verdeguer.

Mauella fue independiente

El caso de Mauella-Tauladella es diferente, explica el historiador de Massarrojos, ya que este diminuto núcleo, que en la actualidad cuenta con 48 habitantes censados, era pueblo con entidad propia. Mauella y Tauladella limitan al norte con Museros, al este con Albuixech y al sur y oeste con Albalat dels Sorells; en Mauella vive la mayoría de la población, porque Tauladella está compuesta por unas pocas alquerías, la gran mayoría deshabitadas. «Durante finales del siglo XIX la crisis fue total, económica, política, social, etc. Muchos de los pequeños pueblos se vieron incapaces de progresar y decidieron adherirse, voluntariamente a València. Por eso la ciudad tiene hoy en día tantos pueblos. Mauella optó por ligarse a València en 1891 en lugar de a otras poblaciones vecinas porque tenía mucha más capacidad económica. El drama es que estas actuales pedanías buscaban prosperidad con esta unión y la ciudad históricamente las ha desatendido», recuerda Carles Verdeguer, perfectamente conocedor de la situación pues Massarrojos, su pueblo, también optó por el mismo camino.

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