El pasado 28 de mayo, los vecinos de Natzaret y los usuarios del Port del Saler vieron como un nuevo desbordamiento de aguas fecales se producía tanto en la desembocadura del antiguo cauce del Turia como en el embarcadero del pueblo del sur de València, afectando al lago de la Albufera.

Por ello, el Síndic de Greuges elaboró tras la publicación de la información en Levante-EMV una queja de oficio sobre estos vertidos que ha acabado con la recomendación tanto al Ayuntamiento de València como a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunitat Valenciana (Epsar) de que, dentro de sus competencias, «adopten todas las medidas que sean necesarias para evitar al máximo posible los vertidos de aguas fecales» en esta zona.

Además, el defensor del pueblo valenciano destaca en su texto que ambos organismos tienen «el plazo máximo de un mes» para aceptar la recomendación o rechazarla ofreciendo los motivos oportunos.

Los diversos incidente con fecales que se han producido en la zona se deben a que la ciudad, como muchos otros municipios de la Comunitat Valenciana, no cuenta con canalizaciones separadas para aguas fluviales y residuales, por lo que cuando llega una gran cantidad de agua que colapsa las tuberías, se produce estos desbordamientos.

En esta ocasión, el concejal delegado del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, añadió a la gran cantidad de lluvia como causa, el colapso del colector norte provocado por las toallitas -que llevan más de un año eliminándose por el consistorio-, así como una suelta de sobrantes efectuado por la Confederació Hidrogràfica del Xúquer.

El ayuntamiento se defiende

Según recoge la queja efectuada por el Síndic de Greuges, el consistorio insiste en que en el «vertido al conducto lateral y desbordamiento a la acequia que afecta a la Albufera» se activaron las medidas «del Plan de actuaciones por fuertes lluvias y fue acorde con el funcionamiento de la infraestructura existente».

Además, el ayuntamiento valenciano también indicó que la procedencia de flotantes, por la desembocadura de varias acequias, podía ser de «diversos orígenes» entre los que se incluye València, pero también otros términos municipales.

Por otro lado, en el texto municipal también se alega que «ejecutar obras de saneamiento, así como aquellas otras que le pueda encomendar las Entidades Locales» son competencias que pertenecen a la Epsar, por lo que las «infraestructuras requeridas en el escrito deben ser solicitados a dicha entidad».

Los tanques serían insuficientes

Entre las posibles acciones de mejora, en el ámbito municipal el consistorio resalta que se «modificarán levemente los niveles de arranque de las bombas pluviales hasta la altura del aliviadero», lo que retrasará el momento en el que el agua pase al conducto lateral.

Por otro lado, a nivel supramunicipal, se explica que la puesta en marcha de una zona con un tanque de tormentas «mejoraría la eficacia del sistema actual», aunque no «evitaría el 100 % de los vertidos». Además estos tanques también obligarían «a unas inversiones cuya financiación excede el ámbito municipal».