Los socios del Gobierno municipal resolvieron ayer sus diferencias sobre el PAI del Grao después de que el alcalde, Joan Ribó, diera un «no» rotundo al proyecto impulsado por la Concejalía de Desarrollo Urbano, gestionada por los socialistas.

Tras la Junta de Portavoces celebrada ayer se mantienen los paseos provisionales sobre las vías con el único compromiso de presionar al Gobierno sobre el soterramiento; se incrementan unos 10 metros el ancho del cauce del río; y se consultará a la Guardia Civil sobre su interés por la vieja casa cuartel antes de derribarla.

«Yo he salido satisfecho, se ha visto que no había motivo para tanta polémica», dijo el responsable de Urbanismo Vicent Sarrià.

El PAI del Grao, plan que debe resolver la urbanización del último tramo del antiguo cauce del Turia, fue encargado por la Concejalía de Desarrollo Urbano al arquitecto José María Tomás, pero cuando el documento vio la luz a través de este periódico, Joan Ribó expresó su rotundo desacuerdo con el mismo.

Las discrepancias

Creía que cubrir provisionalmente las vías con un paseo elevado suponía abandonar la reivindicación del soterramiento de esas vías. Así mismo, reprochaba el estrechamiento del cauce y cuestionaba el derribo de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil que queda dentro del PAI. Pero lo que más sorprendió a sus socios fue la rotundidad de la oposición cuando se trataba de un primer documento sujeto a modificaciones, advirtieron en su día.

Había, por tanto, una reunión pendiente y ese encuentro se produjo ayer en la Junta de Portavoces, donde el socialista Vicent Sarrià explicó los detalles del proyecto, pactó breves modificaciones y consiguió el apoyo de sus socios.

Respecto a las vías, se acordó mantener el paseo elevado provisional, con el compromiso, eso sí, de pedir una reunión al Gobierno y avanzar al menos en la redacción del proyecto de soterramiento para que se vea que el asunto sigue adelante. «Si el soterramiento se hace antes que el PAI abandonaremos esa idea provisional, y si no se hace seguiremos con la propuesta actual. Son cosas diferentes. No se renuncia a nada», reiteró Sarrià.

En cuanto al ancho del cauce, el concejal de Desarrollo Urbano explicó que se le va añadir un carril del circuito de Formula1. Eso supondrá menos cargas urbanísticas, es decir, el ayuntamiento tendrá que pagar más a la Generalitat por la reversión de los terrenos, pero le parece razonable.

De todas formas, no cree que fuera una cuestión importante, porque «en esta parte del río ya no está delimitado el cauce por un pretil y además la hondura respecto al conjunto de la zona verde del entorno apenas es de tres metros», dijo.

Finalmente, se consultará a la Delegación del Gobierno si tiene interés en la casa cuartel de la Guardia Civil antes de derribarla. Sarrià no cree que lo tenga, pues «cuando se hizo el planeamiento ni siquiera presentaron alegaciones», dijo. En definitiva, «yo he salido contento», aseguró el concejal. «No había motivo para tanta polémica», recalcó.