Las historias se reescriben. También en la elección de la corte. Alicia Sáez regresa al mismo lugar donde transitó hace dos años: la elección de la corte. Pero en el interregno ha vivido la experiencia de otra forma: entrevistando a las aspirantes. «Fue algo muy espontáneo. Yo soy fotógrafa. Y haciendo fotos de hogueras, el medio en el que ahora trabajo (Fallas VLC) me las publicaron y empece así. Un día que falló una compañera me dieron el micrófono y le cogí cariño. Ahora estoy todo el año, he retransmitido mascletades, haciendo fotos, presentaciones de bocetos... me encanta el mundo fallero en todo su repertorio».

Y entrevistas a preseleccionadas. El año pasado, claro. Este año es ella la entrevistada otra vez. «Una vez que lo vives, te enriqueces muchísimo, te encuentras con gente que tiene la misma pasión que tú por la fiesta, gente de todas las edades... y siempre podemos decir que lo vivimos juntas; tanto el año de Raquel Alario como éste. Aquellas son mis chicas, como ahora».

Hace dos años trabajaba de auxiliar de enfermería en la residencia Comunidad de València. Y ahora trabaja de auxiliar de enfermería en la residencia Comunidad de València. «También he preparado las oposiciones para plaza de auxiliar, que están previstas también en septiembre».

Su condición de candidata no ha sido cogiendo el hueco de una fallera mayor que renuncia en su comisión, sino que ella misma ha repetido reinado. «Era el 40 aniversario, tengo mucha amistad con la que ha sido fallera mayor infantil y me presenté. Va por antiguedad y salí. Otra vez. ¿Por qué repetir? Era un año muy importante para mi falla y tenía de alguna forma la responsabilidad de que fuera un año especial. Me presentaron mi novio y mis amigos. Yo quería esperar que pasara el plazo y no hubiera nadie. Pero ellos fueron por delante». Lo hace tras un año de peripecias buenas y malas. Buenas, como ganar el primer premio de sección y malas como «que la falla infantil, literalmente, nos salió volando. Pero todavía pudimos recuperarla y reconstruirla». Ahora, antes de su elección, acumuló un nuevo cargo: delegada de medios de comunicación en la Agrupación Rascanya.

Llegó a la falla Pintor Jacomart tras militar en una falla de Tavernes Blanques, aunque sus primeros pasos en las fallas los hizo tocando en una banda de música. Ahora, a reescribir la partitura, pero con final más feliz que hace dos años. «No renuncié y no renuncio a nada. Me lo voy a tomar como la otra vez: con ilusión, vivirlo, disfrutarlo y llegar donde llegue».