La Fundación Turismo València Convention Boureau (FTVCB), cuando estaba presidida por el exvicealcalde de València, Alfonso Grau, pagó un total de 622.506 euros a dos empresas del grupo Laterne, la consultora responsable de la campaña electoral de Rita Barberá en 2007.
A pesar de esta abultada inyección de dinero, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no han encontrado rastro de los contratos suscritos entre Laterne y FTVCB.
Una ausencia que apuntala las sospechas de que Laterne y sus empresas satélite (que recibieron 2,2 millones de euros de cinco fundaciones públicas relacionadas con el Ayuntamiento de València) fueron la clave de bóveda de la presunta financiación ilegal del PP en el Cap i Casal.
Laterne sería al PP de València ciudad lo que la Gürtel y las empresas de Francisco Correa supusieron para el PP autonómico: una recaudadora de dinero en «B» entre contratistas de la Administración para garantizar la victoria electoral de Rita Barberá en 2007, cuando alcanzó su techo electoral.
El anónimo enviado por «un empleado de Turismo València» al Juzgado de Instrucción 18 que investiga el Caso Taula parecía que podía arrojar luz sobre la documentación relativa a los contratos de Laterne y TVCB (que cambió de nombre a Turismo València en 2015).
En el escrito, se alertaba que «antes del cambio de gobierno de 2015 se destruyó documentación de todo tipo, pero especialmente documentos contables y legales». Entonces se compraron dos destructoras de documentos. «Cualquier persona en la empresa vio cómo se destruía documentación», alertaba el anónimo. Aunque varios de los trabajadores citados para aclarar este asunto negaron la mayor.
Aunque el escrito del trabajador también advertía de que «la jefa de calidad de TVCB y persona de confianza» de los altos directivos de la fundación también tuvo parte activa en la destrucción de datos informáticos «que contenían información anterior» a 2008 y que suponía «un material que tenía un valor y una utilidad evidente».
La jefa de calidad (que ha sido citada a declarar como testigo por Instrucción 18) también era la responsable del programa informático de gestión de TVCB denominado SIGIT donde «se dan de alta todas las actividades que conllevan un coste económico para Turismo València».
Un sistema que, como recordaba el escrito anónimo enviado al juzgado, «incluye un registro por el cual se sabe quién solicita que se realice cada actividad, quién la aprueba operativamente (jefe de área) y quién la aprueba económicamente (subdirectores) (...) además de hacer anotaciones sobre el desarrollo de los proyectos». El escrito sin firma también alertaba que la responsable del SIGIT conservaba una copia de toda la información borrada en un disco duro externo que guardaba en su cajón.
Una información que llevó al juez y el Fiscal Anticorrupción del Caso Taula a abrir una subpieza secreta para empezar a tirar de los diversos hilos desvelados por el anónimo. Sobre estos cuatro meses de investigación se acaba de alzar el secreto del sumario.
Durante este tiempo la UCO de la Guardia Civil ha registrado la sede de Turismo València y requisaron el ordenador de la jefa de calidad que ahora ha sido citada como testigo. También contactaron con la empresa informática responsable de gestionar el SIGIT. Dos trabajadores de esta mercantil confirmaron a los agentes de la UCO que la jefa de calidad de Turismo València les pidió vaciar los servidores en 2015 «para ganar espacio». Aunque conservaban una copia de los datos borrados que se extendían desde 2006 a 2008, dos de los años clave en los que el grupo Laterne trabajó para Turismo Valencia Convention Boureau.
Ayudados por los trabajadores de esta mercantil, la Guardia Civil ha rastreado los archivos informáticos en busca de las órdenes de trabajo, contratos o actividad que justifique el pago de 622.506 euros por parte de TVCB a dos empresas del grupo Laterne.
El resultado ha sido decepcionante y sorprendente. Laterne fue dada de alta como proveedora de TVCB el 30 de junio de 2006 con un código numérico que, apenas tres días después, aparece adjudicado a otro proveedor (un hotel). La huella de Laterne sólo vuelve a aparecer el 21 y 26 de febrero de 2008 por unos «movimientos de almacén» referente a salidas de «planos, guía de restaurantes y folletos turísticos». Ni rastro de cualquier prueba que justifique el pago de los 622.506 euros abonados por Turismo a Laterne. Por ahora.
