El concejal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià, presentó ayer el nuevo diseño para el PAI del Grao realizado por los arquitectos José María Tomás y Remedios Vicens que contempla un paseo elevado peatonal con terraplenes ajardinados a ambos lados sobre las vías del tren para resolver el encuentro del Jardín del Turia y la Alameda con la fachada marítima.

Tras la críticas recibidas por sus socios de Gobierno de Compromís y València en Comú y el posterior acuerdo, el concejal socialista defendió el reformulado plan parcial del Grao, atascado desde hace años por las excesivas cargas urbanísticas, llamado a redefinir el skyline de la ciudad con 19 torres de entre 20 y 45 alturas y grandes zonas verdes.

En el nuevo plan parcial se incluirán las aportaciones del alcalde, Joan Ribó, de Compromís, para ganar anchura para el Jardín del Turia a costa de eliminar más circuito de F1.

El vial paralelo al cauce previsto con dos carriles por Tomás se reducirá a un solo carril para ganar zona verde y anchura para el futuro jardín, que al ser un espacio abierto, sin pretil de piedra como ocurre en los tramos urbanos, podrá alcanzar una anchura máxima, sin apenas desnivel, de 150 metros, superior a los 135 metros que tiene el jardín en el tramo de San Pío V-Viveros y en el de Ricardo Bofill.

«La configuración de este tramo del Jardín del Turia será distinta al resto», destacó Sarrià, tanto por la continuidad del espacio verde como por la recuperación del cauce a través de la construcción de tres depósitos de tormentas, que evitarán que el agua de pluviales contaminada llegue a la desembocadura.

El concejal replicó al alcalde, que esta semana se mostró partidario de que el ayuntamiento asuma una parte del soterramiento de las vías del tren y apuntó que el Gobierno debe asumir íntegramente esta inversión. Sarrià apuntó que la pasarela proyectada sobre las vías por Tomás es una solución «urbanística» provisional entretanto se negocia la prolongación del túnel con el Ministerio de Fomento.

La pasarela será asumida como carga urbanística por los promotores del PAI, que también deben aportar el 15 % del coste de la prolongación del túnel ferroviario (78 millones de euros en su versión corta) y la parte del circuito urbano de F1 que se reutilizará como viales del barrio.

Sarrià recordó que el ayuntamiento debe devolver a la Generalitat que según el convenio suscrito para la F1 con la Generalitat debe salir de las cargas urbanísticas del Grao. La eliminación de la parte del circuito que exige Ribó supondrá una quita de casi el 9% sobre el total del trazado a repercutir a los urbanizadores, que en ningún caso podrán ser los 38 millones puesto que gran parte del circuito se va a eliminar en el nuevo Grao.

El nuevo Grao, donde habrá 2.550 viviendas y donde el 85 % del suelo será espacio público (casi la mitad jardines), tendrá un 30 % de VPO de promoción privada (frente al 15 % inicial), y 94.900 m2 de suelo terciario, para «que sea un barrio con vida».

El nuevo Grao, dijo Sarrià, prevé dotaciones, entre ellas dos escolares, que cubrirán las carencias del barrio consolidado del Grao. Sarrià destacó que el ayuntamiento optará por la gestión indirecta para el PAI al no disponer de los 60 millones de euros que, como mínimo, puede costar la urbanización del PAI del Grao.