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La ciudad romana amplía sus fronteras

La planimetría actualizada de Valentia delimita tres barrios diferenciados por su función: el sacro, el lúdico y el económico-comercial

La Sección de Arqueología (SIAM) del Ayuntamiento de València ha reconstruido y actualizado el plano de la ciudad romana, fundada en el año 138 antes de Cristo. El nuevo plano redefine los límites de una urbe más grande y elevada de lo que se pensaba hasta ahora, rodeada de canales («más parecida a Venecia de lo que imaginamos», afirman los arqueólogos) y en la que había tres barrios diferenciados, cuatro termas -una de ellas monumental-, dos santuarios y al menos un acueducto, además de otros edificios administrativos y religiosos. Las excavaciones realizadas en los últimos años en la ciudad, cuya información centralizan e interpretan los arqueólogos municipales, han arrojado luz sobre la metrópoli fundacional.

Los hallazgos arqueológicos han permitido recomponer el plano de Valentia y recalcular al alza su población. Con 5.000 habitantes (hasta ahora se pensaba que eran 4.000), Valentia fue una importante colonia romana. El plano actualizado de la ciudad permitirá obtener una nueva infografía o imagen virtual de la urbe que se incorporará a la revisión del proyecto museográfico del Centro Arqueológico de l'Almoina, inaugurado en 2007.

Un equipo de especialistas, topógrafos y delineantes, coordinados por los arqueólogos municipales Vicent Escrivà y Albert Ribera, ha estado trabajando durante los últimos meses en la actualización del plano arqueológico de la ciudad, añadiendo los nuevos hallazgos de los últimos años y elaborando soluciones interpretativas para reconstruir la forma de la urbe romana y la visigoda, así como su interacción y la perduración de esta trama en la capital actual.

Entre los nuevos descubrimientos que han ayudado a los arqueólogos a actualizar la planimetría de la ciudad romana, cuya última versión tiene ya 15 años, destacan las evidencias del paso de la Vía Augusta y la identificación de varios barrios «funcionales», con una función específica. Uno de ellos de carácter religioso o sacro, situado en el foro de l'Almoina y los alrededores de la calle Salvador; otro de carácter comercial, portuario y económico, situado detrás de las torres de Serranos, donde en su día salieron a la luz los restos del puerto fluvial. El río Turia fue en época romana una vía de comunicación y transporte de mercancías principal.

Agua, dioses y circo

Además del barrio económico y el sacro, los expertos han encontrado evidencias de la existencia de una tercera zona de ocio y festiva con nuevas áreas de baño o termas. La más reciente se descubrió hace un año en el entorno de la calle Micalet, en las excavaciones del Palacio de Calatayud, propiedad de la Conselleria de Economía, donde se localizó un potente muro perteneciente a una de las piscinas de estas termas de carácter monumental.

En los últimos años se han localizado nuevos restos del circo romano, que como la mayoría de circos de las ciudades del Imperio fueron construcciones tardías, de grandes dimensiones, y que se levantaron a las afueras porque intramuros no cabían.

Las excavaciones llevadas a cabo recientemente en la Catedral con motivo de la ampliación del museo han permitido corregir el eje de la trama en cuadrícula de la ciudad y redefinir el tamaño de las manzanas y de los edificios. Los arqueólogos han determinado que los edificios más grandes se encontraban junto a la vía Augusta.

Este trabajo se ha desarrollado dentro del proyecto de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España «Exemplum et spolia. El legado monumental de las capitales provinciales romanas de Hispania. Perduración, reutilización y transformación de Carthago Nova, Valentia y Lucentum».

La definición topográfica de la ciudad romana,además de su indudable interés científico y divulgativo, permitirá planificar mejor cualquier obra que se haga en la ciudad.

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