La paisajista norteamericana Kathryn Gustafson ha estado esta semana en València para participar en el Taller Internacional del Paisaje de la Universidad Politécnica, donde habló del Parque Central pero sobre todo de sus nuevos jardines en Osaka, San Francisco y París, donde trabaja en la reordenación del entorno de la Torre Eiffel. Acompañada de su inseparable socio local, el ingeniero Ignacio Muelas (Nova Ingenieria), responsable de la dirección de obra de la primera fase del Parque Central, la paisajista, cordial y cercana, hizo un hueco en su apretada agenda para atender a este diario en un céntrico hotel.
La primera fase del Parque Central está a punto de terminarse ¿Satisfecha con el resultado?
Estoy muy contenta con el parque, tiene una buena estructura, unos buenos huesos, edificios antiguos restaurados, es un parque con mucha historia, con edificios destinados a la cultura y accesible las 24 horas del día, por el modo en que se ha dispuesto la valla de cierre dejando fuera los edificios. No hemos acabado todavía, pero hay tres grandes espacios que ya están hechos, la zona cultural, con los edificios, las plazas y las fuentes, que son espacios donde se pueden hacer mercados o eventos. También hemos terminado la zona de huerta, que tiene una alquería original restaurada donde esperamos que se pueda hacer algo de restauración y el parque de los niños, que es una zona muy agradable, con una pradera donde las familias pueden relajarse y con una nave restaurada cuyo uso también habrá que programar. Me gusta mucho la zona elevada que se ha generado y que proporciona una visión global del parque y como se ha conectado el jardín con el barrio de Russafa.
En el gobierno municipal hay división de opiniones en relación a los restaurantes y cafeterías previstos en el parque.
El uso de los edificios lo debe establecer la ciudad, yo no puedo decir al ayuntamiento a qué debe destinar estos edificios, pero sí, generalmente, en cualquier parque es interesante que los usuarios puedan tener cafeterías y zonas donde comer o beber. Es conveniente tener uno o más de estos espacios, con una actividad constante. El uso terciario es uno más, también habrá espacios culturales que van a tener una función para barrios como Russafa.
¿Le preocupa que el parque no quede completo y se haya hecho en fases?
Es muy importante que la gente entienda que esto ocurre en muchas ciudades. Es normal. Muchas ciudades tienen este problema porque han crecido alrededor de las vías del ferrocarril, que se quedan en el centro de la ciudad, estoy pensando en Barcelona, en Lisboa, en París. La Gare de Lyon [una de las estaciones principales de París] se soterró hace cinco años. En València también ha pasado y volverá a pasar en el futuro. El soterramiento de las vías y el acondicionamiento de la parte superior para conectar los barrios es una obra clásica, la están haciendo muchas ciudades.Hacer un parque de este tamaño en el centro de la ciudad es muy complicado. Tienes todas las infraestructuras y servicios propios de la ciudad debajo, además de las vías del tren, y tienes que hacer un parque sin alterar el normal funcionamiento de la ciudad. Esto genera muchas complicaciones.
¿Qué le parecen los paseos elevados ajardinados, como el High Line de Nueva York o la propuesta para el PAI del Grau, como alternativa al soterramiento de las vías de los trenes?
El soterramiento es la mejor opción. Todo lo que quede debajo de un puente no genera un buen ambiente, no hay luz, sol ni aire. En Nueva York se han reconvertido en jardín unas vías elevadas que no se usaban. Es distinto
¿Confía en ver todo el parque terminado?
Sí. Sería una locura no hacerlo porque es proyecto muy importante para la ciudad.
¿Porque este parque es único y singular?
Este parque es único porque València es única y todo lo que hemos estudiado de esta ciudad está en el parque, como la huerta, la Albufera, cada entrada tiene un canal de agua... Es la esencia de València, el agua en movimiento, las flores, el color de la ciudad, la luz. Se ha intentado extractar los elementos de la ciudad en el parque. En invierno tienes las melias con sus colores, el color dorado del atardecer que se refleja en los caminos de albero del parque, la luz y esa forma de reflejarse en los árboles. Las elevaciones y desniveles del parque recuerdan la forma de los bols de cerámica típicos valencianos y son además estructuras que permitirán recoger el agua de lluvia.
¿Cambiaría algo del proyecto con la perspectiva de los siete años que han transcurrido desde que lo diseñó?
Todos los diseños evolucionan y todos nosotros evolucionamos. Hemos construido el 40% del parque y debemos tener cuidado con el 60% restante del parque, para que encaje perfectamente. Es un único parque y hay que buscar que lo que falta del parque acople con lo hemos hecho. Hay que terminarlo cuanto antes mejor porque la tecnología para soterrar el ferrocarril está cambiando y según el soterramiento que se haga tendremos que adaptar el diseño. Si es que finalmente el proyecto cambia. Esto técnicamente nos preocupa, porque el proyecto que finalmente se haga posiblemente no encaje con el que nosotros trabajamos. Cada elemento que pones encima de un túnel de vías afecta, por un tema de altura, del agua, de equilibrio de profundidades.
¿Quitaría los rascacielos en las esquinas del parque si fuera posible?
Esta no es mi competencia, no es mi territorio. No opino sobre esto, yo diseño el jardín. Ahora bien, cuanto más bajas fueran las torres, especialmente las del sur, menos sombra se produciría sobre el parque. El planeamiento urbanístico recoge estas torres y su volumetría y sabíamos que iban a estar ahí, aunque se hagan después. Otra cosa es que se puedan hacer más bajas y se decida cambiar el planeamiento. Todo es una cuestión de dinero y de que la ciudad decida si la luz es más importante que las torres.
El paisajismo es cada vez más tenido en cuenta a la hora de diseñar ciudades ¿en qué medida puede mejorar nuestras vidas?
Es salud. Sobre tu mente y tu cuerpo. Desde el punto de vista ambiental es importante que los habitantes de la ciudad no tengan que salir de la ciudad para encontrar un entorno verde. Es importante que la ciudad tenga zonas verdes para evitar desplazamientos fuera, para reducir la polución. Si traes la naturaleza a la ciudad la gente se queda dentro, evitas desplazamientos y mejoras el medio ambiente, además los árboles filtran la contaminación. Sirven para hacer ejercicios y favorecer las relaciones sociales. Tiene muchos aspectos positivos.
